Compartir

¿Te apetece un plato lleno de sabor, con ingredientes naturales y muy fácil de preparar? Hoy te invito a descubrir una receta que es puro amor mediterráneo: alcachofas en salsa verde con gambas. Es de esas preparaciones que parecen de restaurante, pero que puedes hacer en casa sin complicaciones. Además, es saludable, ligera y perfecta para toda la familia.

No necesitas ser un chef profesional para que te quede espectacular. Con esta guía paso a paso te sentirás acompañado en cada momento del proceso, como si estuvieras cocinando con un amigo o amiga que ya la ha preparado mil veces.

Por Qué Te Encantará Esta Receta

Beneficios Clave

Esta receta tiene muchos puntos fuertes, pero te resumimos los más importantes:

• Es fácil y rápida: en menos de una hora tienes un plato completo y con mucho sabor.

• Perfecta para aprovechar productos de temporada: las alcachofas frescas están en su mejor momento durante el invierno y principios de primavera, aunque puedes hacerla todo el año con alcachofas congeladas o en conserva.

• Ligera y saludable: ideal si buscas una comida sabrosa sin sentirte pesado después. Además, es baja en calorías y rica en fibra.

Y lo mejor: la salsa verde es tan buena que vas a querer mojar pan hasta el final. Si te interesa aprender más sobre los beneficios de las alcachofas, te recomiendo este artículo de Fundación Española de la Nutrición.

Para Quién Es Ideal

Esta receta está pensada para todos:

• ¿Estás empezando en la cocina? No te preocupes. La receta es sencilla y con pasos claros.

• ¿Tienes invitados en casa? Vas a impresionar con un plato que se ve y sabe elegante.

• ¿Sigues una dieta mediterránea? Es perfecta: verdura, marisco, aceite de oliva… lo tiene todo.

Incluso puedes convertirla en un plato sin gluten usando harina de arroz o maicena. Ya ves que es una receta muy versátil.

Ingredientes para Alcachofas en Salsa Verde con Gambas

Ingredientes Principales

Para preparar esta delicia para 4 personas, vas a necesitar:

• 8 alcachofas frescas o 250 g de corazones de alcachofa congelados

• 250 g de gambas peladas

• 1 cebolla mediana

• 2 dientes de ajo

• 1 cucharada de harina de trigo

• 400 ml de caldo de pescado o vegetal

• Un manojo de perejil fresco

• Aceite de oliva virgen extra

• Sal al gusto

• Pimienta negra molida al gusto

Consejo: Si no tienes caldo casero a mano, puedes usar uno ecológico envasado de buena calidad. Aquí tienes una comparativa útil de caldos envasados disponibles en supermercados.

Sustituciones y Consejos

• ¿No tienes gambas? Puedes usar langostinos, mejillones o incluso almejas. También queda bien con bacalao desalado en trozos.

• ¿Eres celíaco? Sustituye la harina por maicena o harina de arroz para espesar la salsa.

• ¿No encuentras alcachofas frescas? Los corazones de alcachofa congelados o en conserva son una excelente alternativa. Solo asegúrate de escurrirlos bien.

Además, si te gusta el toque picante, puedes añadir una pizca de guindilla a la salsa. No es tradicional, pero le da un giro interesante.

Las Mejores Alcachofas para Esta Receta

Aunque puedes usar alcachofas congeladas o de bote, si tienes acceso a alcachofas frescas, el resultado será mucho más sabroso.

• Variedad recomendada: La alcachofa blanca de Tudela es una de las más apreciadas en España por su ternura y sabor. Ideal para esta receta.

• Consejo importante: Para evitar que se oxiden, colócalas en un bol con agua y unas ramas de perejil o un chorro de limón después de pelarlas. Así conservarán su color.

Si quieres saber más sobre cómo elegir y preparar las alcachofas, esta guía de Directo al Paladar sobre cómo limpiar alcachofas te será muy útil.

Utensilios de Cocina Necesarios

Básicos Imprescindibles

No necesitas nada del otro mundo, pero sí es importante tener a mano:

• Una olla grande para cocer las alcachofas.

• Una sartén amplia para preparar la salsa y juntar todos los ingredientes.

• Un cuchillo afilado para pelar y cortar las alcachofas con facilidad.

Opcionales pero Útiles

• Una mandolina si quieres cortar las alcachofas en láminas finas (en caso de servirlas tipo tapa).

• Un batidor manual (tipo varilla) para integrar la harina con el caldo sin que se formen grumos.

• Una espátula de silicona para remover sin que nada se quede pegado.

Tener el equipo adecuado no solo facilita la preparación, sino que también mejora el resultado final. Puedes consultar esta lista de utensilios de cocina recomendados por expertos si estás montando tu cocina o quieres renovar alguno.

Cómo Preparar Alcachofas en Salsa Verde con Gambas

Vamos al lío. Ahora que ya tienes los ingredientes listos y los utensilios preparados, es momento de cocinar estas deliciosas alcachofas en salsa verde con gambas. No te preocupes si nunca las has hecho antes: te guiaré paso a paso, con todos los consejos necesarios para que el resultado sea un éxito total.

Paso 1 – Limpieza y Cocción de las Alcachofas

Si estás usando alcachofas frescas, este paso es clave. Empieza retirando las hojas más duras del exterior y corta la punta superior con un cuchillo de sierra. Pela el tallo y córtalas por la mitad. Una vez limpias, colócalas en un bol con agua fría y unas ramas de perejil (o zumo de limón) para evitar que se oxiden.

Pon una olla al fuego con agua y sal. Añade las alcachofas y hiérvelas durante unos 20 minutos, o hasta que estén tiernas pero sin pasarse. Escúrrelas bien y resérvalas.

Consejo: Si vas justo de tiempo, puedes usar corazones de alcachofa congelados o en conserva. Solo asegúrate de escurrirlos muy bien. Aquí tienes una guía útil sobre cómo conservar correctamente las alcachofas.

Paso 2 – Preparar la Salsa Verde

En una sartén grande, añade un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y caliéntalo a fuego medio. Sofríe la cebolla picada muy fina hasta que quede transparente. Luego, añade los ajos bien picados y cocina un minuto más, sin dejar que se doren.

Ahora es el momento de espesar la salsa: incorpora la cucharada de harina y remueve bien durante uno o dos minutos para que pierda el sabor a crudo. Poco a poco, vierte el caldo caliente mientras sigues removiendo con un batidor de varillas. La clave está en hacerlo lentamente para evitar grumos.

Cuando la salsa haya espesado ligeramente, añade un buen puñado de perejil fresco picado, una pizca de sal y un poco de pimienta negra. La cocina empezará a oler increíble.

Si quieres profundizar en la técnica de la salsa verde, este artículo de Bon Viveur explica muy bien las bases.

Paso 3 – Integrar Alcachofas y Gambas

Con la salsa ya preparada, incorpora las alcachofas cocidas y deja que se impregnen bien del sabor durante unos 5 minutos. Remueve de vez en cuando para que no se peguen.

Después, añade las gambas peladas y cocina entre 3 y 4 minutos más. No te pases de cocción: en cuanto estén rosadas y bien hechas, retira del fuego. Las gambas deben quedar jugosas, no gomosas.

Paso 4 – Servir

Este plato se sirve mejor caliente, recién hecho. Lo ideal es acompañarlo con pan rústico para aprovechar cada gota de la salsa verde. Si quieres subir un poco el nivel, sírvelo en cazuelitas de barro y decora con un poco más de perejil fresco por encima.

Maridaje sugerido: Un vino blanco seco como un Verdejo o un Albariño acompaña perfectamente este plato. Puedes ver más opciones en esta guía de maridaje de vinos.

Consejos para el Éxito

Porque a todos nos gusta que las cosas salgan bien a la primera, aquí tienes algunos trucos que marcan la diferencia:

• No cocines demasiado las gambas: Es uno de los errores más comunes. En cuanto cambien de color, están listas.

• No te saltes el paso de tostar la harina: Le da profundidad de sabor a la salsa y evita que sepa “a harina cruda”.

• Usa perejil fresco y no seco: El aroma es totalmente distinto y marca la diferencia en una salsa como esta.

• Elige un buen caldo: Si no tienes casero, usa uno de calidad. Aquí puedes ver una comparativa de caldos listos para usar.

Cómo Conservar Alcachofas en Salsa Verde con Gambas

Sí, puedes preparar este plato con antelación o guardar las sobras. Aquí te explico cómo hacerlo correctamente para mantener el sabor y la textura.

A Temperatura Ambiente

Una vez cocinado, no lo dejes fuera más de 2 horas. Es marisco, y conviene ser prudentes con la temperatura.

En el Refrigerador

Guarda el plato en un recipiente hermético y mételo en la nevera. Se conserva bien durante hasta 3 días. Para recalentarlo, hazlo a fuego lento en una sartén con tapa, añadiendo una cucharadita de agua si la salsa está muy espesa.

Congelación

Puedes congelarlo, aunque lo ideal es separar las gambas del resto antes de congelar, ya que tienden a cambiar de textura. Congela las alcachofas con la salsa por un lado, y añade las gambas cocidas al recalentar.

Preguntas Frecuentes (FAQs)

¿Puedo usar gambas congeladas?

Por supuesto. Solo asegúrate de descongelarlas completamente antes de cocinarlas y sécalas bien con papel de cocina para que no suelten agua al saltearlas.

¿Es una receta sin gluten?

La versión original lleva harina de trigo, pero puedes sustituirla por harina de arroz o maicena sin problema. Te recomiendo disolverla primero en un poco de caldo para evitar grumos.

¿Se puede hacer con alcachofas en conserva?

Sí. Escúrrelas bien y añádelas directamente a la salsa. Ahorras tiempo y sigue estando deliciosa. Ideal para los días con prisa.

¿Qué vino combina mejor?

Un blanco seco, como un Albariño, Verdejo o Godello, va perfecto con los sabores del marisco y las alcachofas. Si prefieres tinto, opta por uno joven y suave.

Recetas Relacionadas

Si te encantó esta receta de alcachofas en salsa verde con gambas, seguro que disfrutarás de estas otras opciones deliciosas:

• Bacalao con salsa de gambas y pimientos del piquillo: Perfecto si te gusta el marisco en salsas suaves.

• Pescado a la plancha: una receta sencilla y sabrosa: Ideal para un segundo plato ligero.

• Espaguetis con gambas y champiñones al ajillo: Una opción con pasta, sabrosa y rápida.

• Crema de mariscos casera: Para los amantes del sabor a mar concentrado.

Conclusión

Las alcachofas en salsa verde con gambas son el tipo de receta que une lo mejor de la cocina casera: ingredientes de calidad, preparación sencilla y un sabor que reconforta. Es un plato que puedes adaptar a tu gusto, preparar en cualquier época del año y compartir con quienes más quieres.

Print

Compartir