¿Quién puede resistirse a un bizcocho de mantequilla hecho en casa? Su aroma al hornearse llena la cocina y te transporta directamente a la infancia. Esta receta clásica es todo lo que necesitas si buscas un bizcocho esponjoso, con ese sabor tradicional que combina perfectamente con una taza de café o té. Lo mejor de todo es que es más fácil de lo que piensas. Si sigues cada paso y prestas atención a algunos consejos clave, te garantizo que tendrás un bizcocho de mantequilla tan suave que se derretirá en la boca.
Por Qué Te Encantará Esta Receta
Beneficios Principales
Este bizcocho de mantequilla no solo es increíblemente sabroso, también es muy versátil. Su textura húmeda y esponjosa lo hace ideal para comer solo o como base para pasteles más elaborados. Además:
Es una receta fácil, perfecta incluso si estás dando tus primeros pasos en la repostería.
Los ingredientes son básicos y probablemente ya los tengas en casa.
El resultado final es siempre consistente: un bizcocho alto, dorado y fragante.
Para Quién Está Pensado
Este bizcocho está pensado para todos. No necesitas equipo profesional ni experiencia previa. Es ideal si quieres:
Sorprender a tu familia con algo casero.
Preparar un postre para una merienda o cumpleaños.
Involucrar a los niños en la cocina y enseñarles una receta sencilla.
Ingredientes para el Bizcocho de Mantequilla
Ingredientes Clásicos
Aquí tienes lo que necesitas para preparar este delicioso bizcocho. Asegúrate de usar los ingredientes a temperatura ambiente, especialmente la mantequilla y los huevos, ya que esto marcará la diferencia en la textura.
200 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
200 g de azúcar
4 huevos
250 g de harina de trigo
1 sobre de levadura química (polvo de hornear)
100 ml de leche
1 pizca de sal
1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional, pero muy recomendable)
Sustituciones y Consejos
¿Te falta algún ingrediente o quieres adaptar la receta? Aquí tienes algunas alternativas:
Mantequilla sin sal: Si usas mantequilla con sal, omite la pizca de sal.
Harina sin gluten: Puedes usar harina sin gluten, pero añade una pizca de goma xantana para mantener la estructura.
Leche vegetal: Funciona bien con leche de avena o almendra si buscas una opción sin lácteos.
Sabores extra: Prueba con ralladura de limón, naranja o una pizca de canela para darle un toque especial.
La Mejor Mantequilla para Tu Bizcocho
La mantequilla es el alma de esta receta. Aporta sabor, suavidad y esa textura inconfundible que todos adoramos. Para conseguir un bizcocho perfecto:
Usa mantequilla sin sal si puedes, así controlas mejor el sabor final.
Asegúrate de que esté a temperatura ambiente: debe estar blanda, pero no derretida.
No sustituyas por margarina si quieres ese sabor auténtico y tradicional.
Un truco: si presionas la mantequilla con el dedo y deja una huella sin romperse, está lista para usar.
Utensilios de Cocina Que Necesitarás
Imprescindibles
No necesitas mucho equipo para esta receta, pero algunos utensilios básicos sí te facilitarán el proceso:
Un molde para bizcocho (idealmente de 22 a 24 cm)
Batidora eléctrica o varillas manuales
Espátula de silicona
Tamiz o colador fino para los ingredientes secos
Opcionales Pero Útiles
Rejilla para enfriar el bizcocho correctamente
Báscula de cocina para pesar los ingredientes con precisión
Papel vegetal para facilitar el desmolde
Cómo Hacer Bizcocho de Mantequilla Paso a Paso
Paso 1 – Prepara el Horno y el Molde
Antes de comenzar, precalienta el horno a 180°C (con calor arriba y abajo). Engrasa el molde con mantequilla y espolvorea un poco de harina. Esto evitará que el bizcocho se pegue y facilitará el desmolde.
Paso 2 – Bate la Mantequilla con el Azúcar
Coloca la mantequilla y el azúcar en un bol grande. Bate durante unos minutos hasta que la mezcla esté cremosa y blanquecina. Este paso es clave: incorporar aire en esta etapa ayudará a que el bizcocho suba más.
Paso 3 – Añade los Huevos
Agrega los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. No te saltes este paso: es importante que cada huevo se integre completamente antes de añadir el siguiente.
Paso 4 – Tamiza los Ingredientes Secos
En otro recipiente, tamiza la harina, la levadura y la pizca de sal. Tamizar no solo elimina grumos, también airea la mezcla y mejora la textura del bizcocho.
Paso 5 – Incorpora la Harina y la Leche
Agrega la mezcla de harina en tres partes, alternando con la leche. Empieza y termina con la harina. Mezcla suavemente con una espátula o a velocidad baja. No sobrebatas: solo lo justo para integrar.
Paso 6 – Añade la Vainilla
Si decides usar esencia de vainilla, este es el momento. Añádela y mezcla hasta que se incorpore por completo.
Paso 7 – Vierte la Masa en el Molde y Hornea
Vierte la masa en el molde preparado y alisa la superficie con una espátula. Lleva al horno durante 35-40 minutos, o hasta que al pinchar el centro con un palillo, este salga limpio.
Paso 8 – Enfría y Desmolda
Una vez horneado, deja enfriar el bizcocho en el molde durante 10 minutos. Luego, desmóldalo con cuidado y colócalo sobre una rejilla hasta que se enfríe completamente. Esto evitará que se humedezca por debajo.
Consejos para un Resultado Perfecto
Temperatura ambiente: Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente para lograr una masa uniforme.
No abras el horno antes de tiempo: Espera al menos 30 minutos antes de comprobar el punto de cocción.
Usa ingredientes de calidad: Una buena mantequilla y huevos frescos marcan la diferencia.
No sobremezcles: Una mezcla demasiado trabajada puede endurecer el bizcocho.
Mide bien: Usa balanza siempre que sea posible. Las medidas precisas garantizan resultados constantes.
Cómo Conservar Tu Bizcocho de Mantequilla
Una vez que tu bizcocho de mantequilla está horneado y perfectamente enfriado, lo último que quieres es que se reseque o pierda esa textura esponjosa que tanto esfuerzo te costó lograr. La buena noticia es que conservarlo bien es muy sencillo. Aquí te explico todas las opciones, para que puedas disfrutarlo durante varios días, e incluso prepararlo con antelación sin que pierda calidad.
A Temperatura Ambiente
Si vas a consumir el bizcocho en los próximos 2 o 3 días, lo mejor es dejarlo a temperatura ambiente. Solo tienes que:
Guardarlo en un recipiente hermético o cubrirlo con film transparente.
Evitar dejarlo expuesto al aire para que no se seque.
Mantenerlo en un lugar fresco y seco, lejos de fuentes de calor o humedad.
Un truco extra: si lo cortas en porciones, envuelve cada una individualmente. Así mantendrán mejor su frescura.
En la Nevera
¿Prefieres conservarlo un poco más? Guardarlo en la nevera es otra opción, aunque hay que hacerlo bien:
Envuélvelo en film transparente o papel de aluminio para evitar que absorba olores.
Guárdalo en un recipiente cerrado si ya está cortado.
Antes de servir, deja que vuelva a temperatura ambiente para que recupere su textura suave y agradable.
En la nevera, el bizcocho puede mantenerse fresco hasta 5 días sin problema.
Consejos para Congelar
Sí, también puedes congelar el bizcocho de mantequilla, y te aseguro que descongelado sigue estando delicioso.
Espera a que esté completamente frío antes de congelarlo.
Envuélvelo muy bien en film plástico y luego en papel de aluminio.
Puedes congelarlo entero o en porciones individuales.
Dura hasta 2 meses en el congelador.
Cuando lo quieras consumir, saca las porciones deseadas y déjalas descongelar a temperatura ambiente durante unas horas. Si quieres que quede como recién hecho, puedes darle un golpe de calor en el horno a 150°C durante 5-10 minutos.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
¿Puedo sustituir la mantequilla por aceite?
Es posible, pero no recomendable si lo que buscas es ese sabor auténtico y textura firme pero esponjosa. El aceite le da una miga más húmeda y un poco más suelta, y cambia completamente el perfil del bizcocho. Si decides hacerlo, usa aceite suave como de girasol y reduce la cantidad en un 15-20%.
¿Por qué se baja mi bizcocho al sacarlo del horno?
Esto puede pasar por varias razones:
El horno estaba demasiado caliente o demasiado frío.
Se abrió la puerta del horno antes de tiempo.
La mezcla se batió en exceso o no lo suficiente.
No se cocinó el tiempo necesario.
Asegúrate siempre de precalentar bien el horno y respetar los tiempos. Y recuerda: cada horno es un mundo, por lo que puede que necesites hacer pequeños ajustes.
¿Puedo usar azúcar moreno en lugar de blanco?
Sí, puedes usar azúcar moreno, pero cambiará tanto el color como el sabor. El bizcocho quedará un poco más oscuro y tendrá un matiz más caramelizado. Si eso te suena bien, adelante. Asegúrate de batir bien con la mantequilla, ya que el azúcar moreno tiende a ser más húmedo y puede afectar la consistencia de la mezcla.
¿Qué pasa si no tengo levadura química?
Puedes hacer una mezcla casera con 1 cucharadita de bicarbonato sódico y 1 cucharadita de vinagre blanco o zumo de limón. No es exactamente lo mismo, pero funcionará en caso de apuro. Asegúrate de incorporarlo al final y hornear inmediatamente para no perder el efecto gasificante.
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El bizcocho de mantequilla es una receta que nunca pasa de moda. Con ingredientes sencillos y un proceso claro, puedes lograr un resultado que compite con cualquier pastelería. Es perfecto para compartir con los que más quieres, y una forma ideal de reconectar con el placer de hornear en casa.
No dudes en hacerlo tuyo: cambia la esencia, añade frutos secos o decóralo con glaseado. Y, por supuesto, cuéntame cómo te ha salido. Compartir tus resultados con otros amantes de la repostería hace que este viaje sea aún más delicioso.
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