¿Hay algo más reconfortante que el aroma de un bizcocho casero recién salido del horno? Este Bizcocho de Mantequilla Súper Suave y Jugoso es justo lo que necesitas para endulzar una tarde tranquila, sorprender a tus invitados o simplemente disfrutar de un capricho delicioso. Lo mejor de todo: es muy fácil de preparar y el resultado es espectacular.
Con ingredientes sencillos y pasos claros, esta receta se ha convertido en una de nuestras favoritas para preparar en casa. Te guiaremos paso a paso para que el bizcocho te quede tierno, esponjoso y con ese toque casero que todos adoramos.
Por Qué Te Enamorará Esta Receta
Este bizcocho no es uno más: su textura, su sabor y su versatilidad lo convierten en un básico de la repostería casera. Ya sea para una merienda de domingo, un cumpleaños improvisado o simplemente para acompañar un café, esta receta siempre cumple.
Beneficios Clave
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Textura aireada y esponjosa: Gracias a una buena técnica de batido y a la mantequilla de calidad, cada bocado se deshace en la boca.
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Fácil de hacer: No necesitas técnicas complicadas ni utensilios especiales. Esta receta es ideal incluso si estás empezando en la repostería.
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Perfecto para personalizar: Puedes añadir ralladura de limón, frutos secos, chispas de chocolate… las opciones son infinitas.
¿Para Quién es Ideal?
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Si eres principiante, esta receta es un excelente punto de partida.
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Si buscas un bizcocho tradicional, con sabor a hogar, lo has encontrado.
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Si tienes niños en casa, será un éxito asegurado.
Ingredientes para el Bizcocho de Mantequilla Súper Suave y Jugoso
Vamos con lo básico: esta receta se construye sobre ingredientes que seguramente ya tienes en tu cocina. Cada uno cumple una función específica para lograr ese resultado tan apetecible.
Ingredientes Esenciales
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¼ taza (59 ml) de leche: Aporta humedad a la masa y ayuda a integrar los ingredientes.
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5 huevos: Dan estructura y volumen. Mejor si están a temperatura ambiente.
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1 cucharadita de extracto de vainilla: Realza el sabor del bizcocho y aporta un toque aromático irresistible.
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1 ¾ taza (230 g) de harina para repostería: La clave para una miga fina y suave. Tamizarla es imprescindible.
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½ cucharadita de levadura química: Ayuda al bizcocho a subir en el horno sin resultar pesado.
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1 taza (250 g) de mantequilla ablandada: Es el corazón de esta receta. Da sabor, jugosidad y una textura cremosa inigualable.
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1 taza (200 g) de azúcar granulada: Endulza y estructura la masa.
Sustituciones y Consejos
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Leche: Puedes sustituirla por bebida vegetal si necesitas una versión sin lactosa.
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Harina: Si no tienes harina para repostería, usa harina común tamizándola dos o tres veces para lograr una textura más ligera.
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Aromas adicionales: Prueba añadir ralladura de naranja o una pizca de canela para darle tu toque personal.
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Mantequilla: Asegúrate de que esté blanda, pero no derretida. Debe tener consistencia de pomada para integrarse bien con el azúcar.
La Mejor Mantequilla para Bizcocho
No todas las mantequillas son iguales. Para un bizcocho realmente jugoso y con sabor auténtico, elige mantequilla sin sal y de buena calidad. El sabor final depende mucho de este ingrediente.
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Mantequilla sin sal: Ideal porque te permite controlar mejor el equilibrio de sabores.
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Mantequilla a temperatura ambiente: Fundamental para lograr una mezcla cremosa y bien integrada con el azúcar. Sabrás que está lista si puedes hundir el dedo con facilidad, pero sin que se derrita.
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¿Margarina?: Solo como última opción. Cambia la textura y el sabor, y no se comporta igual al batirla con el azúcar.
Herramientas de Cocina Recomendadas
Tener a mano los utensilios adecuados hace que todo sea más fácil. Aquí no necesitas nada sofisticado, pero sí algunas herramientas clave para que el proceso fluya.
Esenciales
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Batidora de varillas o eléctrica: Para batir la mantequilla y el azúcar correctamente.
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Bol grande y mediano: Uno para la mezcla principal, otro para los ingredientes secos.
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Molde cuadrado de 23×23 cm: El tamaño perfecto para que el bizcocho quede alto y bien cocido.
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Tamiz o colador fino: Para airear la harina y evitar grumos.
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Espátula de silicona: Ideal para mezclar y alisar la superficie de la masa en el molde.
Opcionales pero Muy Útiles
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Báscula digital: Para medir con precisión. En repostería, los gramos importan.
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Papel de hornear: Facilita el desmolde y evita que el bizcocho se pegue.
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Termómetro de horno: Asegura que la temperatura sea la correcta. Muchos hornos fallan en esto.
Cómo Hacer el Bizcocho de Mantequilla Súper Suave y Jugoso
Ahora que ya tienes todos los ingredientes y herramientas listos, es hora de ponernos manos a la obra. Esta parte es la más divertida: ver cómo una mezcla sencilla se transforma en un bizcocho tierno, alto y jugoso. Si sigues estos pasos al pie de la letra, te garantizo que el resultado será digno de repetir una y otra vez.
Paso 1 – Prepara el horno y el molde
Lo primero, y muy importante: precalienta tu horno a 180 °C (350 °F). Esto asegura que el bizcocho empiece a subir correctamente desde el primer minuto.
Mientras se calienta, engrasa un molde cuadrado de 23×23 cm con un poco de mantequilla o spray desmoldante. Si lo prefieres, puedes también cubrir la base con papel de horno para facilitar el desmolde.
Paso 2 – Tamiza los ingredientes secos
En un bol mediano, tamiza la harina de repostería junto con la levadura química. Este paso es clave para conseguir una masa fina, sin grumos y con buena aireación. Tamizar no es opcional si buscas esa textura súper suave que hace que cada bocado se deshaga en la boca.
Paso 3 – Bate la mantequilla y el azúcar
En un bol grande, coloca la mantequilla ablandada y el azúcar. Bate durante al menos 5 minutos hasta conseguir una mezcla pálida y esponjosa. No tengas prisa en este paso: el aire que incorpores aquí marcará la diferencia en la textura del bizcocho. Si usas batidora eléctrica, empieza a velocidad baja y ve aumentando.
Consejo de oro: si la mantequilla no está a temperatura ambiente, no se integrará bien y obtendrás una mezcla grumosa. Si te ocurre, no te preocupes: sigue batiendo un poco más y la textura irá mejorando.
Paso 4 – Añade los huevos y la vainilla
Incorpora los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Si los añades todos de golpe, la mezcla puede cortarse. Y si se corta, respira hondo: solo sigue batiendo hasta que recupere consistencia.
Añade también el extracto de vainilla. Este pequeño detalle aromático realza todo el sabor del bizcocho sin sobrecargarlo.
Paso 5 – Incorpora la harina y la leche
Con la batidora a velocidad baja, añade poco a poco los ingredientes secos, alternándolos con la leche. Empieza y termina con la harina. Esta técnica permite integrar todo suavemente y evita una masa pesada.
Aquí lo más importante es no sobrebatir. Mezcla solo hasta que no veas rastros de harina. Unos giros con la espátula al final suelen bastar. Si bates demasiado, el bizcocho puede quedar duro, y eso es justo lo que queremos evitar.
Paso 6 – Vierte la masa y hornea
Vierte la mezcla en el molde preparado y alisa la superficie con una espátula. No golpees el molde contra la encimera: este bizcocho se beneficia del aire que hemos incorporado.
Llévalo al horno y hornea durante 30–35 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, salga limpio. Cada horno es un mundo, así que empieza a revisar a partir del minuto 30.
Una vez horneado, déjalo enfriar en el molde unos 10 minutos, luego desmóldalo con cuidado y colócalo sobre una rejilla para que se enfríe por completo.
Consejos para un Bizcocho Perfecto
Con unos cuantos trucos más, tu bizcocho pasará de bueno a espectacular.
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No abras el horno durante los primeros 25 minutos. El bizcocho podría hundirse por el cambio brusco de temperatura.
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Utiliza ingredientes a temperatura ambiente. Esto facilita la mezcla y mejora la textura final.
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Tamiza la harina siempre. Aunque parezca un paso pequeño, marca una gran diferencia.
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No te saltes el batido de mantequilla y azúcar. Es el secreto de esa textura aireada y jugosa.
Cómo Guardar el Bizcocho de Mantequilla Súper Suave y Jugoso
Si te sobra (aunque te advierto que vuela), aquí tienes cómo conservarlo sin que pierda ni una pizca de frescura.
A temperatura ambiente
Guárdalo en un recipiente hermético durante 2 a 3 días. Lo ideal es envolverlo en film transparente para que no se reseque.
En la nevera
Si necesitas que dure más tiempo, puedes refrigerarlo durante hasta una semana. Sácalo unos minutos antes de servirlo para que recupere su textura original.
En el congelador
Perfecto para tener siempre una porción lista. Córtalo en trozos, envuélvelos individualmente y congélalos. Duran hasta 3 meses. Para descongelar, déjalo a temperatura ambiente o caliéntalo brevemente en el microondas.
Preguntas Frecuentes
¿Puedo usar harina común en lugar de harina de repostería?
Sí, aunque la harina de repostería da un resultado más fino y esponjoso. Si usas harina común, tamízala dos veces para suavizarla lo máximo posible.
¿Qué hacer si la mezcla se corta al añadir los huevos?
No te preocupes. Sigue batiendo un poco más hasta que vuelva a tener una textura uniforme. También ayuda que los huevos estén a temperatura ambiente.
¿Puedo añadir frutas o chocolate a la masa?
Por supuesto. Solo asegúrate de espolvorearlos con un poco de harina antes de mezclarlos para que no se hundan en el fondo del bizcocho.
¿El bizcocho se puede hacer con margarina?
Sí, aunque el sabor y la textura cambiarán ligeramente. La mantequilla sigue siendo la opción más recomendada para un resultado jugoso y aromático.
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Conclusión
Este bizcocho de mantequilla súper suave y jugoso es mucho más que una receta: es un clásico que nunca falla. Tiene todo lo que buscamos en la repostería casera —sabor, textura, simplicidad— y siempre deja a todos con ganas de repetir.
Anímate a prepararlo, juega con los ingredientes y hazlo tuyo. Y si te ha gustado, cuéntanoslo en los comentarios o comparte una foto de tu versión. Nos encantará ver cómo ha quedado en tu cocina.
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Bizcocho de Mantequilla Súper Suave y Jugoso
- Tiempo Total: 50 minutos
- Raciones: 12 porciones 1x
- Dieta: Vegetariana
Descripción
Bizcocho tradicional con textura suave y aireada, ideal para meriendas y celebraciones familiares. Una receta básica y deliciosa.
Ingredientes
- ¼ taza (59 ml) de leche
- 5 huevos
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 ¾ taza (230 g) de harina para repostería
- ½ cucharadita de levadura química
- 1 taza (250 g) de mantequilla ablandada
- 1 taza (200 g) de azúcar granulada
Instrucciones
- Precalentar el horno a 180 °C y engrasar un molde de 23×23 cm.
- Tamizar la harina con la levadura en un bol.
- Batir la mantequilla y el azúcar hasta lograr una mezcla esponjosa.
- Añadir los huevos uno a uno, batiendo bien tras cada adición.
- Incorporar el extracto de vainilla.
- Agregar poco a poco la mezcla de harina y leche, alternándolas.
- Verter la masa en el molde y alisar con espátula.
- Hornear durante 30-35 minutos, hasta que el palillo salga limpio.
- Dejar enfriar 10 minutos en el molde, luego sobre rejilla.
Notas
- No sobrebatir la mezcla para evitar una textura densa.
- Usar ingredientes a temperatura ambiente para mejores resultados.
- Se puede personalizar con ralladura de limón o chispas de chocolate.
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de Cocción: 35 minutos
- Categoría: Postres
- Método: Horneado
- Cocina: Española
Nutrición
- Tamaño de la Porción: 1 porción
- Calorias: 280
- Azúcar: 18g
- Sodio: 120mg
- Grasas: 16g
- Grasas Saturadas: 10g
- Grasas Insaturadas: 5g
- Grasas Trans: 0g
- Carbohidratos: 28g
- Fibra: 0.5g
- Proteínas: 4g
- Colesterol: 90mg
Palabras clave: bizcocho de mantequilla, pastel casero, receta fácil, postre tradicional