¿Te imaginas un postre suave, cremoso y con un toque ácido y refrescante? Este Cheesecake de Kiwi es justo eso. Una versión frutal y deliciosa del clásico pastel de queso, perfecta para cuando quieres impresionar sin complicarte. Con ingredientes sencillos y un proceso que puedes seguir paso a paso, te prometo que tendrás un resultado digno de vitrina de pastelería.
Ya sea para una comida familiar, una celebración o simplemente porque sí, este cheesecake se convertirá en uno de tus favoritos. Lo mejor: no necesitas ser un experto para prepararlo.
¿Por Qué Te Encantará Esta Receta?
Hay muchas razones para enamorarse de este cheesecake, pero aquí te cuento las más importantes, como si estuviéramos charlando en la cocina.
Beneficios Principales
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Fácil de preparar: No necesitas habilidades avanzadas ni utensilios especiales. Solo sigue los pasos y verás que todo fluye.
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Sabor equilibrado: La acidez natural del kiwi corta el dulzor justo en el punto perfecto. No empalaga y deja una sensación fresca.
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Textura sedosa: Gracias a la combinación de queso crema, crema de leche y horneado al baño maría, obtendrás una textura suave que se deshace en la boca.
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Versátil: Ideal para primavera o verano, pero también un acierto en fechas especiales como cumpleaños, cenas con amigos o como broche final de una comida elegante.
Para Quién Es Esta Receta
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Si estás empezando en la repostería, esta receta es ideal para ti.
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Si buscas un postre que no sea demasiado dulce, pero sí muy sabroso, aquí lo tienes.
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Si eres fan de los cheesecakes y quieres probar una versión distinta y original, no busques más.
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Y si lo tuyo es compartir, este cheesecake tiene un toque vistoso y especial que encantará a todo el mundo.
Ingredientes para el Cheesecake de Kiwi
Como en toda buena receta, los ingredientes son clave. Y aunque parezca sofisticado, los que necesitas son fáciles de conseguir y probablemente ya tengas varios en casa.
Ingredientes Principales
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200 g de galletas María: Son la base perfecta, crujiente y neutra.
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100 g de mantequilla derretida: Para unir las galletas y formar la base.
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600 g de queso crema: El corazón del cheesecake. Usa uno de buena calidad para un sabor más intenso.
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200 g de azúcar: Para endulzar de forma equilibrada.
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200 ml de crema de leche: Añade cremosidad y cuerpo.
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3 huevos: Dan estructura y ayudan a que el cheesecake cuaje.
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2 cucharadas de maicena: Para una textura firme pero suave.
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1 cucharadita de esencia de vainilla: Un fondo aromático que complementa el kiwi.
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200 g de kiwi en rodajas: Fresco, vibrante, la estrella del show.
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150 g de mermelada de kiwi o gelatina con jugo de kiwi: Para cubrir y realzar el sabor natural.
Sustituciones y Consejos
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¿No tienes galletas María? Puedes usar galletas integrales, de avena o incluso digestive. Cambiará un poco la textura, pero seguirá deliciosa.
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Queso crema: Si quieres un sabor más suave, prueba con queso mascarpone o incluso una mezcla entre los dos.
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Sin mermelada de kiwi: No hay problema. Puedes preparar una gelatina neutra con jugo natural de kiwi y un poco de azúcar. También puedes usar mermelada de manzana o pera si prefieres un contraste más sutil.
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¿Eres intolerante a la lactosa? Utiliza versiones sin lactosa del queso y la crema. Hoy en día hay muchas alternativas que funcionan igual de bien.
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Para un toque especial: Añadir unas gotas de limón al relleno realza la frescura sin alterar la receta.
El Mejor Kiwi para Cheesecake
Podrías pensar que todos los kiwis son iguales, pero no es así. Elegir el adecuado marca una gran diferencia.
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Kiwis verdes Zespri: Son los más comunes. Tienen un sabor más ácido y una textura firme, lo que los hace perfectos para decorar y para equilibrar el dulzor del cheesecake.
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Kiwis amarillos (gold): Más suaves y dulces. Son una buena opción si quieres un sabor más tropical y menos ácido.
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Madurez: Elige kiwis maduros pero no pasados. Deben ceder ligeramente al presionarlos, sin estar blandos. Así aseguras que tengan sabor y una buena textura al cortar.
Consejo práctico: Pela los kiwis con una cuchara o cuchillo afilado, y corta las rodajas justo antes de usarlas para que no se oxiden ni se ablanden demasiado.
Utensilios de Cocina Necesarios
No necesitas un arsenal de herramientas, pero hay algunos básicos que harán tu vida más fácil.
Herramientas Esenciales
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Molde desmontable (22–24 cm): Ideal para desmoldar sin esfuerzo y mantener la forma perfecta.
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Batidora de varillas o eléctrica: Facilita la mezcla del queso y evita grumos.
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Espátula de silicona: Para aprovechar cada rincón de la mezcla.
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Bol grande: Para trabajar cómodamente todos los ingredientes.
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Cuchillo afilado: Para cortar los kiwis de forma limpia y bonita.
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Bandeja para el baño maría: Ayuda a hornear el cheesecake de manera uniforme.
Herramientas Opcionales
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Termómetro de horno: Asegura que la temperatura sea la correcta.
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Manga pastelera: Si quieres decorar con crema o con más kiwi.
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Rejilla para enfriar: Deja que el cheesecake respire mientras se enfría.
Cómo Hacer el Cheesecake de Kiwi
Vamos con la parte más divertida: preparar el cheesecake paso a paso. Si sigues este proceso con calma y cariño, te aseguro que conseguirás un postre espectacular. No te preocupes si es tu primera vez, porque esta receta está pensada para guiarte de principio a fin sin complicaciones.
Paso 1 – Preparar la base de galletas
Primero, vamos a crear esa base crujiente que contrasta tan bien con el relleno suave.
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Tritura los 200 g de galletas María hasta que queden como arena fina. Puedes usar un procesador o meterlas en una bolsa y aplastarlas con un rodillo.
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Derrite 100 g de mantequilla y mézclala bien con las galletas trituradas. Debe quedar una textura parecida a arena mojada.
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Vierte esta mezcla en el fondo de un molde desmontable (idealmente de 22–24 cm) y presiona con el dorso de una cuchara hasta que quede uniforme y compacta.
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Mete el molde en la nevera mientras haces el resto. Así la base se enfría y se endurece un poco.
Consejo: Si quieres un toque extra, puedes añadir una pizca de canela a la mezcla de galletas. Le da un fondo cálido y aromático.
Paso 2 – Preparar la mezcla de queso
Ahora viene el corazón del cheesecake: cremoso, dulce y perfectamente equilibrado.
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En un bol grande, bate los 600 g de queso crema con los 200 g de azúcar hasta que la mezcla quede lisa y sin grumos.
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Añade los 3 huevos, uno a uno, batiendo bien después de cada adición. No te saltes este paso: así aseguras una mezcla homogénea y sin burbujas grandes.
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Incorpora los 200 ml de crema de leche, las 2 cucharadas de maicena y la cucharadita de esencia de vainilla. Mezcla todo hasta que esté completamente integrado.
No sobrebatas, solo mezcla lo justo para que los ingredientes se unan. Así evitarás que entre demasiado aire, lo que podría hacer que el cheesecake se agriete al hornear.
Paso 3 – Hornear al baño maría
Este paso puede parecer más técnico, pero en realidad es sencillo y marca la diferencia en la textura final.
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Vierte la mezcla de queso sobre la base de galletas que tenías en la nevera.
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Coloca el molde dentro de una bandeja más grande con agua caliente (el agua debe llegar a la mitad del molde, aproximadamente).
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Hornea en horno precalentado a 160 °C durante 50 minutos. El centro debe quedar ligeramente tembloroso; se terminará de asentar al enfriar.
Consejo: Si tu molde desmontable no es completamente hermético, envuélvelo por fuera con papel de aluminio para que no entre agua durante el horneado.
Paso 4 – Enfriar y decorar
Una vez horneado, viene una de las partes más importantes: dejar enfriar correctamente.
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Apaga el horno y deja el cheesecake dentro con la puerta entreabierta durante unos 15–20 minutos. Esto evita un cambio brusco de temperatura que podría provocar grietas.
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Después, saca el molde y deja que se enfríe a temperatura ambiente.
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Cuando esté completamente frío, lleva a la nevera mínimo 4 horas, aunque si puedes dejarlo toda la noche, mucho mejor.
Una vez frío, es momento de darle ese toque visual tan bonito:
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Cubre la superficie con 150 g de mermelada de kiwi o una gelatina neutra mezclada con jugo de kiwi.
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Decora con rodajas finas de kiwi fresco, colocándolas de forma circular o en abanico.
Consejos para el Éxito
Aunque la receta es sencilla, hay algunos trucos que pueden marcar la diferencia.
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Usa ingredientes a temperatura ambiente. El queso y los huevos se integran mejor si no están fríos.
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No abras el horno durante el horneado. Puede hacer que el pastel se baje o se agriete.
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Deja enfriar con calma. La paciencia aquí es clave para evitar que se agriete y lograr una textura perfecta.
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Hazlo el día anterior. Como mejora con el reposo, es ideal prepararlo con antelación.
Cómo Conservar el Cheesecake de Kiwi
Para que tu cheesecake se mantenga delicioso por más tiempo, aquí van las mejores formas de conservarlo según cada caso.
A Temperatura Ambiente
Este cheesecake lleva lácteos, así que no debe dejarse fuera más de una hora una vez servido. Después de eso, directo a la nevera.
En la Nevera
Guárdalo en el molde bien tapado con film transparente o en un recipiente hermético. Así se mantendrá perfecto por hasta 5 días.
Consejo: Añade las rodajas de kiwi justo antes de servir para que se mantengan frescas y con buen aspecto.
Congelación
Sí, también puedes congelarlo.
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Hazlo sin la decoración de fruta ni la cobertura.
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Envuélvelo bien en film y luego en papel aluminio.
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Puedes conservarlo por hasta 2 meses en el congelador.
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Para consumirlo, descongélalo lentamente en la nevera la noche anterior.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
¿Puedo usar otra fruta en lugar de kiwi?
Por supuesto. Fresas, mango, maracuyá o frutos del bosque funcionan muy bien. Eso sí, asegúrate de que no tengan demasiado jugo para no afectar la textura.
¿Se puede hacer sin horno?
Sí, puedes hacer una versión sin horno usando gelatina sin sabor para que cuaje. La textura será un poco distinta, pero el sabor sigue siendo delicioso.
¿Qué hago si no tengo mermelada de kiwi?
Puedes preparar una gelatina con jugo natural de kiwi y azúcar, o usar mermeladas de otras frutas que contrasten bien, como manzana o limón.
¿Puedo hacerlo sin huevo?
Sí, en una versión sin hornear puedes omitir los huevos y usar gelatina neutra para espesar la mezcla. También existen alternativas veganas si lo prefieres.
Recetas Relacionadas
Si te ha gustado este Cheesecake de Kiwi, también puedes disfrutar de estos otros postres fáciles y deliciosos:
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Pastel de avena, manzana y zanahoria: Suave, jugoso y nutritivo.
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Flan de leche condensada: Un clásico irresistible.
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Budín de pan casero sin horno: Perfecto para aprovechar pan duro y convertirlo en algo delicioso.
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Tarta de queso y yogur al microondas: Una alternativa rápida para los amantes del cheesecake.
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Helado de fresas con crema: Cremoso, natural y fácil de preparar en casa.
Conclusión
El Cheesecake de Kiwi no es solo un postre: es una experiencia. Es cremoso, fresco, y visualmente espectacular. Lo mejor de todo es que no necesitas ser un chef para lograr un resultado digno de aplauso.
Anímate a prepararlo, juega con las decoraciones, y sobre todo, disfruta el proceso. Y si lo compartes con tus seres queridos, mejor aún. Guarda la receta, haz tus propios ajustes, y no dudes en volver a ella una y otra vez.
PrintCheesecake de Kiwi
- Total Time: 1 hora 10 minutos + refrigeración
- Yield: 8 porciones
- Diet: Vegetarian
Description
Un postre cremoso y equilibrado con el toque ácido y fresco del kiwi. Ideal para días cálidos o celebraciones especiales.
Ingredients
- 200 g de galletas María trituradas
- 100 g de mantequilla derretida
- 600 g de queso crema
- 200 g de azúcar
- 200 ml de crema de leche
- 3 huevos
- 2 cucharadas de maicena
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 200 g de kiwi (en rodajas)
- 150 g de mermelada de kiwi o gelatina neutra con jugo de kiwi
Instructions
- Mezcla las galletas con la mantequilla y presiona en un molde desmontable. Refrigera.
- Bate el queso crema con el azúcar. Añade los huevos uno a uno, luego la crema, maicena y vainilla.
- Vierte sobre la base. Hornea al baño maría a 160°C por 50 minutos.
- Deja enfriar completamente. Refrigera mínimo 4 horas.
- Cubre con la mermelada o gelatina de kiwi. Decora con rodajas frescas.
Notes
- Puedes sustituir la mermelada por gelatina con jugo de kiwi natural.
- Decora justo antes de servir para mantener la frescura del kiwi.
- Ideal prepararlo un día antes para mejor textura.
- Prep Time: 20 minutos
- Cook Time: 50 minutos
- Category: Postres
- Method: Horneado al baño maría
- Cuisine: Internacional
Nutrition
- Serving Size: 1 porción
- Calories: 420
- Sugar: 28 g
- Sodium: 190 mg
- Fat: 28 g
- Saturated Fat: 16 g
- Unsaturated Fat: 10 g
- Trans Fat: 0 g
- Carbohydrates: 35 g
- Fiber: 2 g
- Protein: 6 g
- Cholesterol: 110 mg