Compartir

¿Alguna vez has probado un croissant tan ligero y crujiente que se deshace en la boca? Ahora imagina esa delicia con una forma única de anillo que hará que tus desayunos y meriendas sean memorables. En esta guía te llevaré paso a paso para preparar croissants hojaldrados en forma de anillo, una receta que combina la técnica francesa con un toque creativo. Perfecta para sorprender a familiares y amigos, incluso si no eres un experto en la cocina.

Hacer croissants caseros puede parecer un desafío, pero con las instrucciones adecuadas y algunos consejos infalibles, descubrirás que es mucho más fácil de lo que piensas. Vamos a trabajar con ingredientes sencillos, pero el resultado será digno de una pastelería profesional.

Por qué te encantará esta receta

Beneficios clave

Estos croissants no son solo bonitos a la vista, sino que también son una experiencia sensorial: crujientes por fuera, suaves y aireados por dentro, con ese inconfundible sabor a mantequilla que enamora. Lo mejor es que no necesitas ser un pastelero con años de experiencia. Siguiendo esta receta lograrás un hojaldrado perfecto y una forma original que los hace ideales para ocasiones especiales.

Además, puedes personalizarlos con rellenos dulces o salados, desde mermeladas hasta queso y jamón, convirtiéndolos en una opción versátil para cualquier momento del día.

¿Para quién es esta receta?

• Para quienes aman la repostería y quieren un reto divertido.

• Para sorprender en un desayuno familiar o un brunch con amigos.

• Para regalar algo hecho a mano y con mucho cariño.

• Para cualquier persona que desee disfrutar de un croissant recién horneado sin salir de casa.

Ingredientes para croissants hojaldrados en forma de anillo

Ingredientes principales

Para empezar, reúne todos los ingredientes. La calidad de cada uno marcará la diferencia:

• 500 gramos de harina de trigo (preferiblemente de fuerza para un mejor desarrollo del gluten)

• 10 gramos de sal

• 50 gramos de azúcar

• 15 gramos de levadura fresca (puedes sustituir por 5 gramos de levadura seca de panadería)

• 300 ml de agua fría (divide: 100 ml tibia para activar la levadura y 200 ml fría)

• 250 gramos de mantequilla sin sal de buena calidad (tipo europea con un 82% de grasa)

• 1 huevo (para pintar los croissants antes de hornear)

Sustituciones y consejos

• Harina: Si solo tienes harina todo uso, puedes utilizarla, aunque el hojaldrado será un poco menos marcado.

• Mantequilla: Evita las margarinas. La mantequilla de calidad garantiza capas bien definidas y un sabor auténtico.

• Levadura: Si usas levadura seca, reduce la cantidad y activa en agua tibia con una pizca de azúcar.

• Veganos: Sustituye la mantequilla por una alternativa vegetal especial para hojaldre y el huevo por una mezcla de leche vegetal con jarabe de arce para el glaseado.

La mejor mantequilla para croissants

La mantequilla es el corazón de un buen croissant. Opta por mantequilla sin sal con alto contenido graso (82% o más). Este tipo de mantequilla se mantiene firme durante el laminado, creando las capas perfectas que hacen tan característico el hojaldrado.

Un truco esencial: mantén la mantequilla fría en todo momento. Si empieza a ablandarse demasiado durante el proceso, no dudes en refrigerarla de nuevo antes de continuar. Esto evitará que se mezcle con la masa y permitirá obtener esas capas finas y delicadas.

Utensilios de cocina que necesitarás

Imprescindibles

• Rodillo grande y pesado: ideal para estirar la masa de forma uniforme.

• Bandeja de horno: preferiblemente antiadherente o cubierta con papel manteca.

• Papel manteca o papel de horno: para facilitar el trabajo con la mantequilla y evitar que se pegue.

Opcionales pero útiles

• Raspador de masa: facilita el manejo y los pliegues.

• Rejilla de enfriamiento: para que los croissants conserven su textura crujiente después de hornearlos.

• Termómetro de cocina: útil para comprobar la temperatura del horno y del agua para la levadura.

Cómo hacer croissants hojaldrados en forma de anillo paso a paso

Llegó el momento de poner las manos en la masa. A continuación, te guiaré en cada etapa de la preparación de estos croissants hojaldrados en forma de anillo para que no se te escape ningún detalle. Con paciencia y siguiendo cada paso, conseguirás un resultado espectacular.

Paso 1: Preparar la masa base

En un bol grande, mezcla la harina, la sal y el azúcar. Haz un hueco en el centro como si formaras un volcán. Disuelve la levadura fresca en 100 ml de agua tibia (no caliente, solo lo suficiente para activar la levadura sin matarla). Vierte la mezcla de levadura en el hueco de la harina y empieza a mezclar con una cuchara de madera o con las manos.

Añade poco a poco el resto del agua fría (200 ml) y sigue mezclando hasta que la masa empiece a unirse. Pásala a una superficie ligeramente enharinada y amasa durante unos 10 minutos hasta que esté suave y elástica. Si la masa se pega demasiado, espolvorea un poco más de harina, pero evita añadir en exceso para no endurecer el resultado final.

Forma una bola con la masa, colócala en un bol engrasado, cúbrela con un paño limpio y deja que repose a temperatura ambiente durante aproximadamente 1 hora o hasta que duplique su tamaño.

Paso 2: Preparar la mantequilla y laminar la masa

Mientras la masa reposa, coloca la mantequilla fría entre dos hojas de papel manteca. Con un rodillo, golpéala suavemente y luego extiéndela hasta formar un rectángulo de aproximadamente 20 x 15 cm. Guarda la mantequilla en el frigorífico para que conserve su firmeza.

Cuando la masa haya fermentado, colócala sobre una superficie enharinada y estírala hasta obtener un rectángulo grande, de unos 40 x 30 cm. Sitúa la mantequilla fría en el centro y pliega los bordes de la masa hacia el centro, cubriendo completamente la mantequilla como si envolvieras un regalo.

Con cuidado, estira nuevamente la masa formando otro rectángulo y realiza el primer pliegue: dóblala en tres partes, como si fuera una carta. Envuelve la masa en film transparente y refrigérala durante 30 minutos.

Repite el proceso de estirar, doblar y refrigerar dos veces más. Este laminado es la clave para conseguir las capas hojaldradas tan características.

Paso 3: Dar forma de anillo a los croissants

Después del tercer pliegue y el último reposo, estira la masa formando un gran rectángulo. Con un cuchillo afilado o un cortador de pizza, corta la masa en triángulos iguales.

Toma cada triángulo y enróllalo desde la base hacia la punta para formar un croissant clásico. Para darles la forma de anillo, une las dos puntas, presionando ligeramente para que se adhieran bien y no se separen durante el horneado. Coloca los anillos en una bandeja de horno cubierta con papel manteca, dejando espacio entre ellos para que puedan levar sin pegarse.

Deja que los croissants fermenten a temperatura ambiente durante 1 hora hasta que hayan crecido ligeramente.

Paso 4: Hornear los croissants

Precalienta el horno a 200°C. Mientras se calienta, bate el huevo y pinta suavemente la superficie de los croissants para darles un acabado brillante y dorado.

Hornea durante 15-20 minutos o hasta que estén inflados, crujientes y con un color dorado uniforme. Tras sacarlos del horno, deja que se enfríen sobre una rejilla para que no se humedezcan en la base.

Consejos para un resultado perfecto

• Trabaja siempre con la mantequilla y la masa frías. Si notas que la mantequilla empieza a ablandarse mientras la estiras, guarda la masa en la nevera unos minutos antes de continuar.

• No apresures los tiempos de reposo. La fermentación es esencial para la textura final.

• Usa un rodillo grande y firme para estirar la masa de manera uniforme y evitar que la mantequilla se rompa dentro de la masa.

• Asegúrate de sellar bien las puntas al formar los anillos para que no se abran en el horno.

Cómo conservar croissants hojaldrados en forma de anillo

A temperatura ambiente

Guárdalos en una bolsa de papel o recipiente hermético hasta por 2 días. Así mantendrán su textura crujiente.

En el refrigerador

Si no los consumirás de inmediato, colócalos en un recipiente hermético y consérvalos en la nevera hasta 5 días. Antes de comerlos, caliéntalos ligeramente en el horno para devolverles su textura.

Congelación y recalentado

Puedes congelarlos sin hornear, justo después de darles forma. Cuando los quieras, sácalos del congelador, déjalos levar a temperatura ambiente y hornéalos como indica la receta. También puedes congelarlos ya horneados; para recalentarlos, utiliza el horno a 180°C durante 5-7 minutos.

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar levadura seca en lugar de fresca?

Sí, pero reduce la cantidad a un tercio (unos 5 gramos) y actívala con agua tibia antes de añadirla a la harina.

¿Qué pasa si la mantequilla se sale durante el horneado?

Significa que se ha calentado demasiado durante el laminado. La próxima vez, enfría más la masa entre pliegues y no trabajes en una cocina demasiado cálida.

¿Se puede preparar la masa el día anterior?

Por supuesto. Tras el tercer pliegue, guarda la masa bien envuelta en el frigorífico durante la noche. Esto incluso mejorará el sabor.

¿Cómo logro un hojaldrado perfecto?

Mantén siempre la masa fría, haz los pliegues correctamente y evita presionar demasiado con el rodillo para no romper las capas.

Recetas relacionadas que también te encantarán

• Si te encantó la receta de Croissants hojaldrados en forma de anillo, también puedes disfrutar de estas otras delicias caseras:

  • Donas caseras de azúcar: Suaves y esponjosas, perfectas para acompañar un café.

  • Panettone navideño hecho en licuadora: Un clásico festivo que puedes preparar fácilmente en casa.

  • El mejor bizcochuelo para torta: Esponjoso y versátil, ideal para tus celebraciones.

  • Churros caseros con chocolate: Crujientes por fuera y suaves por dentro, para meriendas irresistibles.

  • Pudín de manzana: un postre fácil y delicioso: Una opción reconfortante para los amantes de los postres con frutas.

Conclusión

Estos croissants hojaldrados en forma de anillo son una verdadera joya de la repostería casera. Con un poco de paciencia y amor por el proceso, puedes transformar ingredientes simples en una obra de arte comestible que impresionará a todos. Anímate a probar esta receta, disfruta del aroma a mantequilla invadiendo tu cocina y comparte el resultado con quienes más quieres.

Print

Compartir