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Imagina una ensalada que lo tiene todo: frescura, sabor, textura y un toque sofisticado que la convierte en la estrella de cualquier mesa. La ensalada de pasta con espinacas, queso feta y arándanos no es solo un plato rápido de preparar, sino una combinación perfecta de ingredientes que sorprenden en cada bocado. Es ideal para esos días en los que buscas algo ligero pero satisfactorio, para una comida en familia o incluso como plato principal en una cena con amigos. Esta receta destaca por su versatilidad y por ser tan fácil que cualquiera puede hacerla, incluso si no tiene mucha experiencia en la cocina.

Por qué amarás esta ensalada de pasta con espinacas, queso feta y arándanos

Beneficios clave

Lo mejor de esta ensalada es que no requiere complicaciones. Con unos pocos ingredientes y en menos de 30 minutos, puedes tener un plato colorido y lleno de sabor listo para servir. Es perfecta tanto para el verano, gracias a su frescura, como para acompañar platos más contundentes en invierno.
Su equilibrio de sabores es otro punto fuerte: la pasta aporta cuerpo, las espinacas frescura, el queso feta un toque cremoso y salado, los arándanos secos ese dulzor inesperado, y las nueces crujientes el contraste de textura que hace que no puedas parar de comerla.

¿Para quién es ideal?

Esta receta es un auténtico comodín. Es perfecta para vegetarianos y para quienes buscan opciones saludables sin sacrificar el sabor. También es una gran elección para quienes necesitan preparar algo rápido y delicioso para llevar a un picnic, una reunión familiar o una comida en la oficina. Incluso los principiantes se sentirán cómodos haciéndola porque no hay pasos complicados ni técnicas difíciles.

Ingredientes para ensalada de pasta con espinacas, queso feta y arándanos

Ingredientes principales

Aquí tienes la lista de lo que necesitas para esta ensalada:

• 2 tazas de espinacas frescas: aportan color, frescura y nutrientes esenciales como hierro y vitaminas.

• 100 g de queso feta en cubos: su sabor salado y su textura cremosa contrastan maravillosamente con los demás ingredientes.

• ½ taza de arándanos secos: un toque dulce que equilibra el queso y las nueces.

• 200 g de pasta corta (rigatoni, penne o fusilli): cualquier pasta que retenga bien el aderezo funcionará.

• ⅓ taza de nueces picadas y tostadas: para un extra de crujiente y sabor a nuez.

• 2 cucharadas de aceite de oliva: la base de un aderezo ligero y aromático.

• 1 cucharada de jugo de limón: aporta acidez y frescura.

• 1 cucharadita de miel: suaviza el aderezo con un toque dulce.

• ½ cucharadita de sal y ¼ de cucharadita de pimienta negra: esenciales para realzar los sabores.

Sustituciones y consejos

Si no tienes queso feta, puedes usar queso de cabra para una textura igualmente cremosa pero con un sabor un poco más intenso. Para una versión vegana, opta por un queso feta vegetal y sustituye la miel por sirope de agave o arce.
¿No te gustan los arándanos? Prueba con pasas sultanas o trocitos de albaricoque seco. Y en lugar de nueces, las almendras laminadas o los piñones también quedan deliciosos.

El mejor queso feta para tu ensalada

Elegir un buen queso feta marca la diferencia. Busca uno que venga en bloque y envasado en salmuera; así se mantiene más fresco y con mejor textura que el feta ya desmenuzado. Un buen feta debe ser firme pero desmenuzarse fácilmente con los dedos, y tener un sabor ligeramente ácido que complemente la dulzura de los arándanos.

Si no encuentras feta, un queso de cabra tierno o incluso un queso fresco de textura firme pueden servir como alternativas, aunque cambiarán un poco el perfil de sabor.

Utensilios de cocina que necesitarás

Imprescindibles

• Una olla grande para cocer la pasta.

• Un colador para escurrirla y enfriarla rápidamente.

• Un tazón grande para mezclar todos los ingredientes sin problemas.

• Un cuchillo afilado para picar las nueces y cortar el queso feta si viene en bloque.

• Una cuchara de madera o espátula de silicona para mezclar sin romper la pasta.

Opcionales

• Un rallador de limón para añadir un poco de ralladura al aderezo y darle un toque cítrico extra.

• Un prensador de ajo si quieres intensificar el sabor del aderezo con un diente de ajo machacado.

Cómo hacer ensalada de pasta con espinacas, queso feta y arándanos paso a paso

Preparar esta ensalada no solo es sencillo, sino también muy gratificante. Aquí tienes un paso a paso detallado para que cada ingrediente brille y el resultado sea tan delicioso como lo imaginas.

Paso 1: Cocina la pasta

Comienza cocinando la pasta en una olla grande con abundante agua y una pizca generosa de sal. Sigue las instrucciones del paquete para lograr el punto al dente: firme al morder, pero sin estar cruda. Es importante no pasarse de cocción para que la ensalada no quede blanda y pierda textura.

Cuando la pasta esté lista, escúrrela y enjuágala bajo un chorro de agua fría. Este paso corta la cocción y evita que la pasta siga ablandándose con el calor residual. Además, ayuda a que no se apelmace al mezclarla con el resto de ingredientes.

Paso 2: Prepara el aderezo

Mientras la pasta se enfría, puedes preparar el aderezo. En un tazón pequeño, mezcla el aceite de oliva, el jugo de limón, la miel, la sal y la pimienta negra. Bate bien con un tenedor o un batidor pequeño hasta que se forme una emulsión ligera y homogénea.

Si quieres darle un giro al aderezo, puedes añadir una cucharadita de mostaza Dijon para un toque más intenso o un diente de ajo machacado para un sabor más aromático. La clave está en probar y ajustar según tu gusto.

Paso 3: Mezcla los ingredientes

En un tazón grande, combina la pasta ya fría con las espinacas frescas, el queso feta en cubos, los arándanos secos y las nueces tostadas. Vierte el aderezo sobre la mezcla y remueve con suavidad. Usa una espátula de silicona o una cuchara grande para evitar que la pasta se rompa o que las espinacas se aplasten.

Este es un buen momento para ajustar los sabores: añade un poco más de sal, pimienta o incluso unas gotas extra de limón si lo consideras necesario.

Paso 4: Deja reposar y sirve

Para que los sabores se integren completamente, deja reposar la ensalada unos 10 minutos a temperatura ambiente antes de servirla. Este pequeño descanso marca la diferencia: el aderezo se impregna en la pasta y las espinacas absorben parte de los jugos, logrando un sabor más equilibrado y profundo.

Puedes presentarla en una fuente grande y decorarla con unas hojas adicionales de espinaca y unos trocitos extra de feta para un acabado visual atractivo.

Consejos para el éxito

• No sobrecocines la pasta: una pasta demasiado blanda absorberá demasiado aderezo y perderá su textura agradable.

• Tosta las nueces: aunque puedes usarlas tal cual, tostarlas unos minutos en una sartén sin aceite realza su sabor y aroma.

• Añade las espinacas al final: así se mantienen frescas y crujientes en lugar de marchitarse por el calor de la pasta.

• Prepara el aderezo con antelación: los sabores se intensifican si lo dejas reposar unos minutos antes de usarlo.

Cómo guardar tu ensalada de pasta

A temperatura ambiente

La ensalada puede mantenerse a temperatura ambiente durante un par de horas, ideal para un picnic o una comida al aire libre.

En el refrigerador

Guarda las sobras en un recipiente hermético en el frigorífico. Se mantendrá fresca durante 2 o 3 días. Eso sí, ten en cuenta que las espinacas pueden perder parte de su textura con el tiempo.

Tips para congelar

No se recomienda congelar esta ensalada ya que la textura de la pasta y las espinacas se ve afectada. Si quieres preparar parte de la receta con antelación, puedes cocinar la pasta y preparar el aderezo para luego mezclarlos con los demás ingredientes justo antes de servir.

Preguntas frecuentes (FAQs)

¿Puedo usar otro tipo de pasta?

Sí, cualquier pasta corta funciona bien: penne, rigatoni, fusilli o incluso farfalle. Lo importante es que tenga superficie para que el aderezo se adhiera.

¿Qué puedo sustituir por los arándanos secos?

Puedes utilizar pasas, trozos de albaricoque seco o incluso higos secos picados. Todos aportan ese toque dulce que equilibra el sabor.

¿Se puede hacer sin nueces?

Por supuesto. Puedes omitirlas o sustituirlas por semillas de girasol o calabaza para un toque crujiente sin frutos secos.

¿Cuánto tiempo dura en la nevera?

Aproximadamente 2 o 3 días bien refrigerada. Añade un poco de aderezo fresco al servir si notas que la pasta ha absorbido demasiado líquido.

Recetas relacionadas

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• Ensalada de repollo con yogur griego y arándanos: una opción cremosa y crujiente con un toque frutal.

• Arroz verde con vegetales: un acompañamiento saludable y lleno de sabor.

• Pasta de tomate hecho en casa: ideal como base para ensaladas o platos mediterráneos.

• Pechugas rellenas de espinaca y queso: una receta que combina perfectamente con ensaladas frescas.

• Pescado a la plancha: una receta sencilla y sabrosa: perfecto para acompañar con una ensalada ligera.

Conclusión

Esta ensalada de pasta con espinacas, queso feta y arándanos es todo lo que necesitas para una comida deliciosa, fresca y sin complicaciones. Perfecta para cualquier época del año, para compartir con familia o amigos, y tan versátil que puedes adaptarla a tu gusto sin miedo a equivocarte. Anímate a probarla y verás cómo se convierte en un clásico en tu cocina.

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