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Si hay una receta capaz de despertar recuerdos, llenar la casa de aromas acogedores y unir a toda la familia alrededor de la mesa, es esta: este pastel reúne familias. No es solo un postre, es una tradición, una caricia en forma de bizcocho esponjoso y dulce. Lo mejor de todo es que no necesitas ser un experto para lograrlo. Con ingredientes que seguramente ya tienes en casa y algunos consejos prácticos, estarás horneando una joya que se quedará contigo para siempre.

Vamos a preparar este pastel paso a paso, como lo haría una abuela paciente con su nieto curioso. Sin prisas, sin complicaciones, con mucho amor.

Por qué te encantará este pastel

Beneficios clave

Este pastel tiene todo para convertirse en tu nueva receta favorita:

• Es muy fácil de hacer, incluso si es tu primer intento en la repostería.

• Los ingredientes son simples, nada exótico ni difícil de conseguir.

• El sabor es profundamente reconfortante, con una textura suave y una dulzura equilibrada.

• Funciona perfectamente como postre para celebraciones, meriendas o simplemente para un antojo de algo casero.

Es ese tipo de receta que se pasa de generación en generación, y que siempre arranca una sonrisa cuando aparece en la mesa.

Perfecto para…

¿Tienes un cumpleaños, una comida en familia o simplemente quieres hornear algo rico para consentir a los tuyos? Este pastel es perfecto. Además, es ideal si estás empezando en la cocina o si buscas una opción que no requiera decoración elaborada. Su sencillez es parte de su encanto.

Ingredientes para Este Pastel Reúne Familias

Ingredientes principales

Estos son los ingredientes que vas a necesitar. Mide todo con calma y tenlos listos antes de comenzar:

• 5 huevos grandes

• 30 g de polvo de hornear

• 500 g de harina de trigo común

• 200 ml de leche (a temperatura ambiente)

• 1 ½ tazas de leche condensada (una lata estándar de 393 g)

• 250 g de mantequilla derretida (déjala enfriar un poco antes de usarla)

• 1 cucharada de esencia de vainilla

• 1 pizca de sal

Este pastel no requiere ingredientes raros ni costosos. Todo está pensado para que puedas hacerlo con lo que ya tienes en la despensa.

Sustituciones y consejos

Si necesitas ajustar la receta, aquí van algunas ideas:

• ¿Sin lactosa? Puedes usar leche vegetal (como de avena o almendra) y mantequilla vegetal sin problema.

• ¿Sin mantequilla? Sustituye por margarina en la misma cantidad.

• ¿Quieres variar el sabor? Cambia la vainilla por esencia de almendra o ralladura de naranja para un toque diferente.

• ¿Sin harina de trigo? Usa una mezcla sin gluten, aunque ten en cuenta que la textura puede variar un poco.

No tengas miedo de adaptar la receta a tus necesidades. Lo importante es conservar la proporción de líquidos y sólidos.

El mejor tipo de leche para este pastel

Aunque cualquier leche puede funcionar, la leche entera aporta un sabor más rico y una textura más cremosa. Si usas leche vegetal, opta por una que no sea demasiado aguada. La leche de avena, por ejemplo, mantiene bien la humedad sin alterar demasiado el sabor.

Un truco: si quieres un pastel más jugoso, añade una cucharada extra de leche. Solo una. Más cantidad puede hacer que no suba bien.

Herramientas necesarias para hacer este pastel

Básicas

• Molde redondo de 24 cm: Es el tamaño ideal para que el pastel se hornee de forma pareja.

• Batidora eléctrica: No es obligatoria, pero ayuda a airear la mezcla correctamente.

• Espátula y bol grande: Asegúrate de que el bol sea lo suficientemente grande para batir sin derrames.

• Tamiz o colador: Para evitar grumos en la harina.

Extras útiles

• Termómetro de horno: Te ayuda a verificar que el horno esté realmente a 180°C.

• Rejilla de enfriamiento: Permite que el pastel enfríe uniformemente sin condensación.

• Báscula de cocina: Medir con precisión hace la diferencia en repostería.

No necesitas un arsenal de utensilios. Con lo básico puedes lograr un pastel perfecto. Pero si tienes estos extras, mejor aún.

Cómo hacer Este Pastel Reúne Familias paso a paso

Paso 1 – Preparar el horno y el molde

Antes de empezar con la mezcla, precalienta el horno a 180°C (350°F). Engrasa un molde redondo de 24 cm de diámetro con mantequilla o aceite y espolvorea un poco de harina para evitar que el pastel se pegue. Este simple paso marca la diferencia.

Paso 2 – Mezclar los ingredientes

En un bol grande, añade los huevos, la harina tamizada, la leche, la leche condensada, la mantequilla derretida, la vainilla, el polvo de hornear y la pizca de sal.

Bate a velocidad media durante 2 minutos para integrar bien los ingredientes. Luego sube la velocidad y bate por 3 minutos más. Este paso es crucial: al airear la mezcla, logras una textura más esponjosa.

¿No tienes batidora? No pasa nada. Puedes hacerlo a mano con un batidor de globo. Solo asegúrate de batir enérgicamente durante varios minutos.

Paso 3 – Hornear y enfriar

Vierte la mezcla en el molde preparado y alisa la superficie con una espátula.

Hornea durante aproximadamente 60 minutos. Para saber si está listo, inserta un palillo en el centro: si sale limpio, ¡está perfecto!

Saca el pastel del horno y déjalo enfriar en el molde durante 10 minutos. Luego, desmóldalo con cuidado y colócalo sobre una rejilla hasta que esté completamente frío.

Consejo de oro: no cortes el pastel hasta que esté bien frío. Esto evita que se desmorone y ayuda a que mantenga su forma.

Consejos para el éxito

• No sobrebatas: Si mezclas demasiado, el pastel puede quedar denso.

• No abras el horno durante los primeros 40 minutos: Esto evita que el pastel se hunda en el centro.

• Tamiza la harina y el polvo de hornear: Así evitarás grumos y lograrás una textura más fina.

• Usa ingredientes a temperatura ambiente: Especialmente los huevos y la leche, para una mezcla más homogénea.

Este pastel no es complicado, pero estos pequeños detalles pueden marcar una gran diferencia en el resultado final.

Cómo conservar el pastel reúne familias

Has horneado el pastel, la casa huele a infancia y ya se han servido las primeras rebanadas. Pero si queda un trozo (¡o dos!), es importante saber cómo conservarlo bien para que siga estando delicioso al día siguiente… o incluso dentro de unas semanas. Aquí te cuento todo lo que necesitas saber para que este pastel dure lo máximo posible sin perder su encanto.

A temperatura ambiente

Si no hace demasiado calor en tu casa, puedes dejar el pastel fuera sin problema.

• Cómo guardarlo: Cúbrelo con film transparente o mételo en un recipiente hermético.

• Dónde ponerlo: Busca un lugar fresco y seco, lejos de fuentes de calor o luz directa.

• Cuánto dura: Hasta 3 días a temperatura ambiente, manteniendo su textura suave.

Este método es ideal si piensas servirlo en los días siguientes o si es para una reunión familiar que durará todo el fin de semana.

En el refrigerador

Si prefieres una conservación más prolongada (y segura), el frigorífico es una excelente opción.

• Cómo envolverlo: Lo mejor es cubrirlo bien con film transparente o papel aluminio para que no absorba olores.

• Consejo extra: Si ya está cortado, envuelve cada porción por separado para conservar la frescura.

• Duración: Hasta 5 días, y la textura se mantiene bastante bien si lo dejas a temperatura ambiente 30 minutos antes de servir.

¿Frío? Sí, pero aún así delicioso.

Consejos para congelar

¿Te sobró bastante pastel? No hay problema. Congelar es una excelente opción para tener un pedazo de dulzura listo cuando más lo necesites.

• Congélalo en porciones: Así solo descongelas lo que vas a comer.

• Cómo envolverlo: Primero envuelve en film, luego coloca en una bolsa tipo zip con la fecha escrita.

• Duración en el congelador: Hasta 2 meses. Pasado ese tiempo, no se estropea, pero sí puede perder textura.

• Cómo descongelarlo: Deja la porción en el frigorífico durante la noche o a temperatura ambiente durante unas horas. No uses el microondas, ya que puede afectar la textura.

Congelar bien este pastel es como guardar un abrazo para otro día.

Preguntas frecuentes (FAQs)

Aquí tienes algunas de las dudas más comunes que surgen al preparar este pastel tan especial. Si alguna vez te lo has preguntado, no estás solo.

¿Puedo hacer este pastel sin batidora eléctrica?

Sí, absolutamente. Solo necesitarás un poco más de energía y paciencia. Usa un batidor de mano (tipo globo) y asegúrate de batir bien para incorporar aire a la mezcla. Puede que no quede tan esponjoso como con batidora, pero seguirá siendo delicioso.

¿Se puede hacer sin leche condensada?

Puedes sustituir la leche condensada por una mezcla de leche entera con azúcar (usa una proporción de 1 taza de leche con ¾ taza de azúcar y calienta hasta que se disuelva), pero el sabor cambia. La leche condensada es uno de los ingredientes clave que hacen que este pastel sea tan especial, así que úsala si puedes.

¿Funciona con harina sin gluten?

Sí, puedes usar una mezcla de harinas sin gluten pensada para repostería. Asegúrate de que incluya algún tipo de almidón (como fécula de maíz o tapioca) para ayudar con la textura. Eso sí, cada mezcla puede reaccionar diferente, así que puede requerir un poco de experimentación.

¿Le puedo añadir algo más?

Claro que sí. Este pastel es una base estupenda para experimentar. Puedes agregar ralladura de limón, un toque de canela, chips de chocolate o incluso un poco de fruta seca. Solo asegúrate de no alterar demasiado la proporción de ingredientes secos y húmedos.

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Conclusión

Este pastel no es solo una receta: es una historia que se hornea en cada casa, un sabor que une generaciones y un gesto de cariño que se comparte en cada porción. Lo mejor es que no necesitas técnicas complicadas ni ingredientes rebuscados, solo ganas de hornear y de regalar un momento especial.

Si decides prepararlo, cuéntame cómo te fue. Tal vez este pastel también se convierta en una tradición en tu familia. Guarda esta receta, compártela con quien quieras y recuerda: los mejores recuerdos empiezan con algo sencillo… como un pastel recién horneado.

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