Base de tarta hecha con masa sablée clásica en molde de 25 cm

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Si alguna vez te has preguntado cómo lograr una base de tarta tan delicada y mantecosa como las que ves en las pastelerías francesas, esta receta de masa sablée clásica es tu respuesta. Es mucho más fácil de preparar de lo que imaginas y, con algunos trucos, conseguirás una textura que se deshace en la boca y eleva cualquier tarta dulce. Ya sea para una tarta de frutas fresca en verano o un rico lemon pie en invierno, esta masa es un imprescindible en tu repertorio de repostería.

Aquí te guiaré paso a paso para que la hagas en casa con éxito, incluso si eres principiante. No necesitas ser chef para lograrlo, solo seguir el proceso y disfrutarlo.

Por qué te encantará esta receta

Beneficios clave

Esta masa sablée destaca porque combina sencillez y resultados profesionales. La textura es fina y quebradiza, pero lo bastante resistente para soportar rellenos cremosos o frutales sin deshacerse. Al estar enriquecida con yema de huevo y mantequilla, tiene un sabor más rico y delicado que otras masas como la brisée.

Además, no necesitas ingredientes raros ni utensilios sofisticados. Puedes prepararla con lo que ya tienes en casa.

Perfecta para cualquier ocasión

La masa sablée es ideal para:

  • Tartas de frutas frescas o cocidas.

  • Postres elegantes como tartaletas de chocolate o lemon curd.

  • Eventos familiares y celebraciones especiales.

  • Momentos en los que quieres sorprender sin complicarte demasiado.

Incluso si es tu primera vez, con esta receta tendrás éxito porque cada paso está pensado para evitar errores comunes.

Ingredientes para masa sablée clásica

Base de tarta hecha con masa sablée clásica en molde de 25 cm

Ingredientes básicos

Para una base de tarta de 25 cm necesitarás:

  • 200 g de harina de trigo floja (harina de repostería)

  • 125 g de mantequilla sin sal, bien fría y cortada en cubos pequeños

  • 55 g de azúcar glas

  • 1 yema de huevo (tamaño L)

  • ¼ cucharadita de sal

  • Harina extra para espolvorear

La mantequilla fría es esencial para que la textura final sea crujiente y no gomosa. El azúcar glas ayuda a que la masa sea más suave y fina.

Sustituciones y consejos

  • Harina sin gluten: puedes sustituirla por una mezcla de harina sin gluten para repostería, aunque la textura será un poco más quebradiza.

  • Azúcar: si no tienes azúcar glas, puedes pulverizar azúcar normal en un procesador.

  • Yema de huevo: aporta riqueza, pero si buscas una versión vegana, usa 2 cucharadas de leche vegetal fría para unir la masa.

Consejo: siempre mide los ingredientes con precisión. Una cucharada extra de harina puede cambiar completamente la textura.

La mejor mantequilla para masa sablée

La mantequilla es la estrella de esta receta, así que elegir una de buena calidad marca la diferencia. Opta por mantequilla sin sal para tener un control total sobre el sabor. Las mantequillas europeas con un contenido graso superior al 82% dan un resultado más rico y delicado.

¿Se puede usar margarina? Técnicamente sí, pero el sabor y la textura no serán los mismos. La margarina tiende a dar una masa menos aromática y con menos “miga”.

Utensilios de cocina necesarios

Imprescindibles

  • Rodillo para estirar la masa.

  • Papel de hornear para evitar que se pegue.

  • Un molde redondo para tartas de 25 cm.

  • Pesas de horneado (pueden ser legumbres secas o arroz).

Opcionales pero útiles

  • Cortador de masa o dos cuchillos para incorporar la mantequilla.

  • Termómetro de cocina para asegurarte de que la mantequilla no se ablanda demasiado mientras trabajas.

  • Espátula para levantar la masa sin romperla.

Preparar la mise en place con estos utensilios hará que el proceso sea más fluido y menos estresante.

Cómo hacer masa sablée clásica paso a paso

Base de tarta hecha con masa sablée clásica en molde de 25 cm

Hacer masa sablée en casa es un pequeño placer que te permite crear bases perfectas para cualquier tarta. No te preocupes si no tienes mucha experiencia: con este paso a paso detallado lograrás una masa suave, crujiente y con ese sabor mantecoso tan característico. Vamos a ir despacio y con consejos prácticos en cada fase para que no haya sorpresas.

Paso 1: Preparar los ingredientes secos

En un bol grande, tamiza la harina junto con el azúcar glas y la sal. Tamizar no es un capricho: ayuda a eliminar grumos y airea la harina, logrando una masa más ligera. Mezcla bien con unas varillas o una cuchara grande para que todos los ingredientes secos se distribuyan de forma homogénea.

Consejo experto: asegúrate de usar harina de repostería (harina floja). Su menor contenido en gluten es clave para una textura quebradiza y delicada.

Paso 2: Incorporar la mantequilla fría

Añade los cubos de mantequilla fría a la mezcla de harina. Ahora viene la parte divertida: con un cortador de masa, dos cuchillos o usando solo las yemas de los dedos, ve integrando la mantequilla hasta que la mezcla tenga una textura de arena gruesa.

Aquí está el secreto: no trabajes demasiado la mantequilla. La idea es que queden pequeños trocitos visibles en la mezcla; esos trocitos se derretirán durante el horneado y crearán capas hojaldradas.

Si notas que la mantequilla empieza a ablandarse porque hace calor en la cocina, mete el bol unos minutos en la nevera antes de seguir.

Paso 3: Añadir la yema de huevo

Bate ligeramente la yema de huevo en un cuenco pequeño y añádela a la mezcla de harina y mantequilla. Con una espátula o las manos, mezcla hasta que los ingredientes empiecen a unirse. No sobretrabajes la masa; basta con que los ingredientes se amalgamen.

Si la masa parece seca, puedes añadir una cucharadita de agua fría, pero hazlo poco a poco.

Paso 4: Formar y refrigerar la masa

Cuando la mezcla ya se mantiene unida, forma una bola con las manos y aplástala ligeramente hasta hacer un disco. Envuélvelo en film transparente y llévalo a la nevera durante al menos 1 hora.

Este tiempo de reposo es vital. Permite que la mantequilla se endurezca de nuevo y que el gluten (aunque hay poco) se relaje. Así evitarás que la masa se encoja en el horno.

Paso 5: Estirar y colocar en el molde

Saca la masa del frigorífico y déjala a temperatura ambiente unos 5-10 minutos si está muy dura. Colócala entre dos hojas de papel de hornear y estírala con un rodillo hasta que tenga un grosor de 0,5 cm y un diámetro de unos 30 cm.

Levanta la masa con cuidado y colócala sobre el molde engrasado. Ajusta la masa suavemente con los dedos para que se adapte a las paredes del molde. Si se rompe en algún punto, no te preocupes: puedes reparar las grietas presionando con los dedos.

Corta el exceso de masa de los bordes y vuelve a refrigerar el molde durante al menos 30 minutos antes de hornear.

Paso 6: Prehornear la masa

Precalienta el horno a 180 ºC. Cubre la masa con papel de hornear y coloca encima pesas de horneado, legumbres secas o arroz para evitar que la base suba.

Hornea durante 10 minutos, luego retira las pesas y el papel, y hornea 5 minutos más hasta que la masa adquiera un tono ligeramente dorado.

Saca del horno y deja enfriar completamente antes de añadir el relleno.

Consejos para el éxito

  • Mantén siempre la mantequilla fría. Si notas que la masa se ablanda mientras la trabajas, refrigérala unos minutos.

  • No sobretrabajes la masa para evitar que se desarrolle el gluten y quede elástica en lugar de quebradiza.

  • Usa pesas de horneado o legumbres secas para evitar burbujas en la base.

  • Si quieres una base aún más crujiente, pinta la superficie de la masa prehorneada con clara de huevo y hornea 2 minutos más antes de rellenar.

Cómo conservar la masa sablée

Base de tarta hecha con masa sablée clásica en molde de 25 cm

A temperatura ambiente

Si la base ya está horneada y sin rellenar, puedes dejarla bien cubierta en un lugar fresco y seco durante 2 días.

En la nevera

La masa cruda envuelta en film transparente se conserva hasta 3 días. Si ya está en el molde, cúbrela bien para que no absorba olores.

En el congelador

Puedes congelar la masa cruda en forma de disco hasta 3 meses. Para usarla, descongélala en la nevera durante una noche. También puedes congelar la base prehorneada para ahorrar tiempo.

Preguntas frecuentes sobre la masa sablée

¿Puedo usar harina integral?

Sí, pero la textura será un poco más densa y el sabor más terroso. Prueba sustituyendo solo la mitad de la harina para mantener la delicadeza.

¿Por qué mi masa se encoge en el horno?

Suele ocurrir por no dejarla reposar lo suficiente en frío o por trabajarla en exceso. Respeta los tiempos de refrigeración y evita estirar la masa demasiado.

¿Necesito pesas de horneado?

No es imprescindible, pero ayuda mucho a mantener la forma de la base. Si no las tienes, usa legumbres secas o arroz.

¿Puedo hacer la masa con robot de cocina?

Sí, pero hazlo con cuidado y en pulsos cortos para no calentar la mantequilla ni trabajar demasiado la harina.

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Conclusión

Esta receta de masa sablée clásica te abre la puerta a una infinidad de tartas deliciosas. Con su textura fina y sabor mantecoso, se convertirá en tu base favorita para postres. Anímate a probarla y cuéntanos cómo te ha quedado. Comparte tus fotos y experiencias para seguir inspirando a otros amantes de la repostería.

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Base de tarta hecha con masa sablée clásica en molde de 25 cm

Masa Sablée Clásica


  • Autora: María
  • Tiempo Total: 2 horas 30 minutos
  • Raciones: 8-10 porciones 1x
  • Dieta: Vegetariana

Descripción

La Masa Sablée Clásica es una receta francesa para bases de tartas con textura quebradiza y sabor mantecoso. Ideal para postres elegantes.


Ingredientes

Escala
  • 200 g de harina de trigo floja
  • 125 g de mantequilla sin sal, fría y en cubos
  • 55 g de azúcar glas
  • 1 yema de huevo (tamaño L)
  • 1/4 cucharadita de sal
  • Harina extra para espolvorear

Instrucciones

  1. Tamizar harina, azúcar glas y sal en un bol grande.
  2. Añadir la mantequilla fría en cubos e integrar hasta textura arenosa.
  3. Incorporar la yema de huevo batida ligeramente.
  4. Formar una bola de masa, aplastar en disco y refrigerar 1 hora.
  5. Estirar la masa entre papeles de hornear hasta 0,5 cm de grosor.
  6. Colocar en un molde de 25 cm, ajustar y refrigerar 30 minutos más.
  7. Prehornear a 180 °C 10 minutos con peso y 5 minutos sin peso.
  8. Dejar enfriar completamente antes de rellenar.

Notas

  • Trabaja la masa lo menos posible para evitar que se endurezca.
  • Si hace calor, refrigera la masa durante el proceso.
  • Puedes congelar la masa cruda hasta 3 meses.
  • Tiempo de preparación: 2 horas
  • Tiempo de Cocción: 30 minutos
  • Categoría: Repostería
  • Método: Horneado
  • Cocina: Francesa

Nutrición

  • Tamaño de la Porción: 1 porción
  • Calorias: 220 kcal
  • Azúcar: 5 g
  • Sodio: 75 mg
  • Grasas: 14 g
  • Grasas Saturadas: 9 g
  • Grasas Insaturadas: 4 g
  • Grasas Trans: 0 g
  • Carbohidratos: 20 g
  • Fibra: 0.5 g
  • Proteínas: 2 g
  • Colesterol: 50 mg

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