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¿Tienes unos plátanos muy maduros en la encimera? ¿Un par de manzanas que ya nadie quiere? Este pastel casero de nueces, manzana y plátano es justo lo que necesitas. No solo es la solución perfecta para aprovechar frutas maduras, sino que es uno de esos bizcochos que huelen a hogar, a tardes de café con la familia y a cocina de verdad.

Este pastel tiene todo: textura húmeda, dulzor natural, un toque crujiente de nuez y un aroma cálido a canela. Y lo mejor es que no necesitas ser un experto repostero para lograrlo. Con unos cuantos ingredientes básicos y un molde, estarás a solo unos pasos de sacar del horno un pastel inolvidable.

Por qué te encantará este pastel casero de nueces, manzana y plátano

Beneficios únicos

Este pastel no es un simple bizcocho. Es una combinación armoniosa de frutas frescas, frutos secos y especias que lo hacen ideal para casi cualquier ocasión.

• Húmedo y esponjoso gracias al plátano y la manzana.

• Sin complicaciones: no necesitas batidora eléctrica, todo se mezcla a mano.

• Versátil: ideal como desayuno, postre o merienda reconfortante.

• Aromático y lleno de sabor gracias a la canela y la vainilla.

Además, puedes personalizarlo fácilmente: añadir pasas, sustituir el azúcar por miel o usar nueces pecanas en lugar de las clásicas.

Ideal para…

Este pastel es perfecto si buscas una receta casera, fácil y reconfortante. Es ideal para:

• Reuniones familiares, meriendas escolares o desayunos especiales.

• Personas que quieren opciones más naturales y menos procesadas.

• Cocineros principiantes: no tiene pasos complicados ni técnicas difíciles.

• Cualquiera que adore los sabores del otoño y la repostería tradicional.

Ingredientes del pastel casero de nueces, manzana y plátano

Ingredientes principales

Los ingredientes de este pastel son comunes y fáciles de encontrar, pero juntos hacen magia. Aquí te los desgloso para que sepas el porqué de cada uno:

• 280 g de azúcar: puede ser rubia, blanca o incluso morena si quieres un toque más profundo.

• 320 g de harina de trigo común: da estructura al bizcocho.

• 4 huevos grandes: aportan humedad y ayudan a unir los ingredientes.

• 4 plátanos muy maduros (hechos puré): cuanto más maduros, mejor. Aportan dulzor natural.

• 2 manzanas pequeñas (peladas y en cubitos): le dan frescura y textura.

• 200 ml de aceite vegetal o 180 g de mantequilla derretida: tú eliges; el aceite da más humedad, la mantequilla más sabor.

• 1½ cucharaditas de polvo de hornear y 1 de bicarbonato de sodio: ayudan a que el pastel suba y quede esponjoso.

• 1½ cucharaditas de canela en polvo: le da ese aroma cálido e irresistible.

• ½ cucharadita de sal: realza todos los sabores.

• 120 g de nueces picadas: el contraste crujiente que hace que este pastel sea especial.

• 1 cucharadita de esencia de vainilla: para redondear el sabor.

• Nueces enteras para decorar: totalmente opcional, pero quedan preciosas.

Sustituciones útiles

¿No tienes todo lo anterior? No pasa nada. Aquí van algunas ideas para adaptar la receta:

• Aceite: puedes usar mantequilla derretida si quieres un pastel más sabroso.

• Azúcar: morena o incluso miel funcionan bien (usa menos cantidad).

• Harina integral: puedes sustituir hasta el 50% por integral sin afectar la textura.

• Nueces: almendras, avellanas o incluso chips de chocolate si quieres un toque dulce.

• Manzanas: cualquier variedad sirve, aunque las Granny Smith y Gala tienen buen equilibrio de dulzor y acidez.

La mejor manzana para un pastel como este

La elección de la manzana no es menor. Lo ideal es usar una variedad que mantenga algo de firmeza al hornearse, pero que también ofrezca dulzor natural.

Las manzanas Gala son una gran elección: dulces, jugosas y se integran perfectamente en la masa. Las Granny Smith aportan un contraste ácido muy interesante si prefieres algo menos dulce. ¿Tienes solo manzanas rojas o amarillas? También sirven, pero córtalas en cubitos pequeños para que no se deshagan del todo.

Un truco: no uses manzanas harinosas como las Golden muy maduras, ya que pueden desaparecer en la cocción y alterar la textura del pastel.

Utensilios que necesitarás

Indispensables

La belleza de este pastel está en lo simple de su preparación. Esto es lo que realmente necesitas:

• Tres moldes medianos o uno grande: bien engrasados y enharinados.

• Un bol grande y otro mediano: para mezclar por separado secos y húmedos.

• Espátula de silicona o cuchara de madera: para mezclar sin sobrebatir.

• Tamiz o colador fino: para tamizar la harina y evitar grumos.

• Cuchillo y pelador: para las manzanas.

Opcionales pero útiles

• Báscula de cocina: para medir con precisión.

• Molde desmontable: facilita el desmoldado si usas un solo molde.

• Rejilla enfriadora: ayuda a que el bizcocho se enfríe sin humedecerse por debajo.

• Papel vegetal: opcional si quieres forrar los moldes para un desmolde aún más fácil.

Cómo hacer el pastel casero de nueces, manzana y plátano paso a paso

Este pastel se hace en unos pocos pasos sencillos. Aquí va la guía paso a paso para que no te pierdas.

Paso 1: Preparar los moldes y el horno

Engrasa y enharina tres moldes medianos (o uno grande si lo prefieres). Precalienta el horno a 180 ºC (350 ºF). Este paso es esencial para evitar que se pegue.

Paso 2: Mezclar los ingredientes húmedos

En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta que estén bien integrados. Añade el aceite (o mantequilla derretida) y la vainilla. Incorpora el puré de plátano y mezcla todo hasta obtener una masa homogénea.

Paso 3: Incorporar los ingredientes secos

Tamiza la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato, la canela y la sal. Añádelos poco a poco a la mezcla anterior, usando una espátula. Mezcla con suavidad y sin batir demasiado para no desarrollar el gluten.

Paso 4: Agregar las frutas y las nueces

Incorpora los cubitos de manzana y las nueces troceadas. Usa movimientos envolventes para repartirlos bien sin que se vayan al fondo.

Paso 5: Verter en los moldes y decorar

Reparte la masa en los tres moldes de forma equilibrada. Si quieres, decora la superficie con nueces enteras bien distribuidas.

Paso 6: Hornear y enfriar

Hornea entre 35 y 45 minutos, dependiendo del tamaño del molde. Prueba con un palillo: si sale seco, está listo. Deja reposar 10 minutos en el molde antes de desmoldar. Luego, enfría completamente sobre una rejilla.

Consejos para que salga perfecto

• No sobrebatas la masa: así evitarás que el pastel quede denso o gomoso.

• Usa plátanos bien maduros: si tienen la piel negra, están en su punto ideal.

• Distribuye bien las nueces: para que no se hundan, enharínalas ligeramente antes de añadirlas.

• Controla tu horno: cada horno es un mundo. Vigila el bizcocho a partir de los 35 minutos.

• Deja enfriar antes de cortar: así evitarás que se rompa.

Cómo conservar el pastel casero de nueces, manzana y plátano

Una vez que tienes este pastel sobre la mesa, la siguiente pregunta lógica es: ¿cómo guardarlo para que se mantenga igual de jugoso y sabroso durante varios días? La buena noticia es que este bizcocho aguanta muy bien, siempre y cuando sigas unos consejos sencillos. Aquí te explico cómo conservarlo en distintas condiciones sin que pierda su encanto.

A temperatura ambiente

Si no vives en un lugar muy cálido o húmedo, puedes conservar este pastel perfectamente hasta tres días a temperatura ambiente.

• Guárdalo en un recipiente hermético o cúbrelo bien con papel film.

• Evita exponerlo al sol o a fuentes de calor, como cerca del horno.

• Si lo has decorado con frutas frescas o glaseado, lo ideal es pasarlo al frigorífico después del primer día.

En el frigorífico

¿Quieres que dure más? Entonces, el frigorífico es tu aliado.

• Guárdalo bien cubierto en un recipiente cerrado.

• Asegúrate de que esté completamente frío antes de meterlo.

• En estas condiciones, puede conservarse hasta cinco días.

• Para recuperar su textura original, puedes dejarlo a temperatura ambiente unos 30 minutos antes de servir.

En el congelador

¿Te ha sobrado mucho? Congélalo y tendrás merienda lista en cualquier momento.

• Corta el pastel en porciones individuales.

• Envuelve cada trozo en papel film y luego en una bolsa hermética.

• Congela hasta por dos meses sin problema.

• Para descongelarlo, deja la porción en la nevera la noche anterior o a temperatura ambiente durante unas horas.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Puedo hacer este pastel sin nueces?

Sí, claro. Las nueces aportan textura y un sabor muy rico, pero si no te gustan o tienes alguna alergia, puedes eliminarlas sin afectar la receta. Otra opción es sustituirlas por pasas, chips de chocolate o semillas como las de girasol.

¿Qué hago si no tengo plátanos?

El plátano es clave para la textura húmeda de este pastel, pero puedes probar con otras frutas similares en textura como compota de manzana, calabaza cocida o incluso pera muy madura. Eso sí, el sabor final será diferente, pero igualmente delicioso.

¿Puedo usar harina integral?

Sí, puedes sustituir hasta el 50% de la harina común por harina integral. El resultado será un pastel un poco más denso, pero muy sabroso y con más fibra. Si usas harina 100% integral, añade una cucharada extra de líquido (aceite o leche) para equilibrar.

¿Puedo hornearlo en un solo molde grande?

Por supuesto. Si no tienes tres moldes medianos, usa uno grande. El único detalle a tener en cuenta es el tiempo de horneado: puede necesitar entre 50 y 60 minutos. A partir de los 45 minutos, vigila con un palillo en el centro. Si sale limpio, está listo.

Recetas relacionadas

Si te encantó este pastel casero de nueces, manzana y plátano, también puedes disfrutar de estas recetas similares:

• Pastel de avena, manzana y zanahoria: Suave, saludable y perfecto para el desayuno.

• Pudín de plátano y fresa: Un postre fresco y frutal que se prepara sin complicaciones.

• Pan de plátano con nueces: Similar al pastel, pero en versión panera. Ideal para meriendas.

• Tarta de zanahoria y nueces: Con textura húmeda y sabor especiado, perfecta para celebraciones.

Conclusión

Este pastel casero de nueces, manzana y plátano es mucho más que una forma de aprovechar frutas maduras. Es un bizcocho reconfortante, lleno de sabor y con ese aire cálido que convierte cualquier tarde en una ocasión especial. Lo mejor es que se adapta a tu gusto: puedes variar los ingredientes, jugar con las texturas y disfrutar del proceso sin prisas.

Si te animas a prepararlo, cuéntame cómo te fue. Siempre es un placer saber que una receta ha alegrado una mesa familiar. Y si te gustó, guarda esta receta para repetirla o compártela con quien también disfrute de la repostería casera. Porque no hay nada como un pastel hecho en casa para demostrar cariño.

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