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El pastel cremoso es uno de esos postres que parecen sacados de la cocina de la abuela, con su textura suave y ese sabor dulce que conquista a cualquiera. ¿La mejor parte? Es mucho más fácil de hacer de lo que imaginas. Con ingredientes básicos y un poco de paciencia, podrás preparar un pastel que se convertirá en el favorito de tu familia. Hoy te acompañaré paso a paso para que consigas un resultado perfecto, incluso si no eres un experto en repostería.

Por qué amarás esta receta

Beneficios clave

Hay muchas razones para enamorarse de esta receta de pastel cremoso. En primer lugar, su textura: densa pero a la vez sedosa, con un interior húmedo que se deshace en la boca. Además, no necesitas ser un chef profesional para lograrlo; la receta es muy sencilla y no requiere técnicas complicadas. Otro punto fuerte es la versatilidad. Este pastel es ideal tanto para una merienda familiar como para cerrar una cena especial con broche de oro.

Ideal para…

Este pastel es perfecto para cualquier ocasión. Puedes prepararlo como postre de fin de semana, llevarlo a una reunión con amigos o incluso convertirlo en la estrella de la mesa en fechas especiales. También es una excelente opción para quienes buscan una receta que guste tanto a niños como a adultos.

Ingredientes para el pastel cremoso

Ingredientes esenciales

Antes de empezar, asegúrate de tener todos los ingredientes a mano. Son fáciles de encontrar y probablemente ya tengas la mayoría en tu despensa:

• 3 huevos grandes

• 200 g de azúcar

• 3 cucharadas de mantequilla a temperatura ambiente

• 1 lata de leche condensada (aprox. 395 g)

• 200 ml de leche de coco

• 250 ml de harina de trigo (todo uso)

• 500 ml de leche entera

Sustituciones y consejos

Si no tienes leche de coco, puedes sustituirla por la misma cantidad de crema líquida o leche evaporada, aunque el sabor perderá ese ligero toque tropical. Para quienes prefieren una versión sin lactosa, se pueden usar alternativas vegetales como leche de almendras y margarina en lugar de mantequilla, pero ten en cuenta que la textura final puede variar ligeramente.

Un consejo extra: utiliza huevos a temperatura ambiente para que se integren mejor en la mezcla y ayuden a conseguir una masa más homogénea.

El mejor tipo de leche para el pastel cremoso

La leche entera es la opción más recomendada para esta receta. Aporta la grasa necesaria para una textura cremosa y un sabor más rico. Sin embargo, si solo tienes leche desnatada, puedes usarla, aunque el resultado será un poco menos aterciopelado. Para quienes son intolerantes a la lactosa, una leche vegetal cremosa, como la de avena o almendras, puede funcionar como sustituto.

Utensilios de cocina necesarios

Imprescindibles

Para que la preparación sea un éxito, estos son los utensilios que no pueden faltar:

• Un bol grande para mezclar los ingredientes

• Batidora eléctrica o manual (unas varillas también sirven)

• Molde refractario o de vidrio para hornear

• Horno convencional precalentado

Opcionales

Si quieres que el pastel quede aún más fino, tamiza la harina antes de añadirla a la mezcla. Y si sueles hornear a menudo, un termómetro de horno puede ser útil para asegurarte de que la temperatura es la adecuada.

Cómo hacer Pastel Cremoso paso a paso

Hacer un pastel cremoso en casa puede sonar complicado, pero te aseguro que no lo es. Con esta guía paso a paso, lograrás un postre con una textura suave y un sabor inigualable. Vamos a desglosar cada etapa para que nada quede al azar y consigas un resultado perfecto.

Paso 1: Mezcla inicial

Comienza batiendo los huevos, el azúcar y la mantequilla en un bol grande. Puedes hacerlo con batidora eléctrica o con unas varillas manuales si prefieres un enfoque más tradicional. Bate hasta que la mezcla esté homogénea y adquiera un tono pálido y una textura esponjosa. Este paso es clave porque ayuda a incorporar aire y lograr un pastel más ligero en boca.

Consejo experto: asegúrate de que la mantequilla esté a temperatura ambiente. Así se integrará mejor y evitarás grumos.

Paso 2: Añadir los líquidos

Una vez tengas la mezcla base, añade la leche condensada y la leche de coco. Remueve bien para que se integren con la mezcla de huevos. Este es el momento en que la masa empieza a adquirir ese aroma dulce y ligeramente tropical que caracteriza al pastel cremoso.

Sugerencia: si quieres un sabor aún más intenso, puedes añadir unas gotas de extracto de vainilla o ralladura de limón.

Paso 3: Incorporar la harina y la leche

Tamiza la harina de trigo antes de añadirla para evitar grumos. Añádela poco a poco, alternando con la leche, mientras sigues batiendo suavemente. La masa debe quedar lisa y sin grumos, con una textura fluida pero consistente.

Tip para principiantes: no batas en exceso en esta fase, ya que podría hacer que el pastel quede denso en lugar de cremoso.

Paso 4: Preparación para hornear

Unta un molde refractario con mantequilla y espolvorea ligeramente con harina. Esto evitará que el pastel se pegue y te permitirá desmoldarlo con facilidad. Vierte la mezcla en el molde y alísala con una espátula.

Recomendación: usa un molde de vidrio o cerámica, ya que distribuye mejor el calor y ayuda a conseguir una cocción más uniforme.

Paso 5: Horneado perfecto

Coloca el molde en el horno precalentado a 200 °C y hornea durante aproximadamente 1 hora. Sabrás que el pastel está listo cuando la superficie esté dorada y, al tocarla suavemente, sientas que ha tomado firmeza.

Si dudas, inserta un palillo en el centro: debe salir limpio o con unas pocas migas húmedas.

Consejo final: una vez fuera del horno, deja que el pastel repose unos minutos antes de servirlo. Esto permite que los sabores se asienten y que la textura se vuelva aún más cremosa.

Consejos para el éxito

• Evita abrir el horno demasiado pronto. Esto puede hacer que el pastel se hunda en el centro. Espera al menos 45 minutos antes de comprobar su cocción.

• Usa ingredientes a temperatura ambiente. Esto ayuda a que la mezcla se emulsione correctamente y evita que la mantequilla se corte.

• Prueba con diferentes moldes. Un molde más pequeño dará un pastel más alto y cremoso, mientras que uno más grande lo hará más fino pero igual de delicioso.

Cómo conservar el pastel cremoso

A temperatura ambiente

Puedes dejarlo bien cubierto con film transparente hasta 2 días. Es ideal si planeas consumirlo pronto.

En el refrigerador

Guarda el pastel en un recipiente hermético en la nevera. Así se mantendrá fresco y con su textura intacta hasta 5 días.

Congelación

Para conservarlo por más tiempo, congela porciones individuales envueltas en film y colócalas en una bolsa con cierre. Para disfrutarlo, basta con dejarlo descongelar en el refrigerador durante unas horas y calentarlo unos segundos en el microondas.

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar leche vegetal en lugar de leche entera?

Sí, pero debes saber que la textura cambiará ligeramente. Opta por leches vegetales más cremosas como la de almendras o avena para un resultado similar.

¿Cómo saber si el pastel está listo?

El truco clásico del palillo nunca falla. Inserta uno en el centro y si sale limpio o con algunas migas húmedas, es hora de sacarlo del horno.

¿Puedo sustituir la leche condensada?

Puedes reemplazarla por nata líquida con azúcar extra, pero el sabor característico del pastel se verá afectado. La leche condensada es clave para la cremosidad y el dulzor.

¿Qué tipo de molde es mejor?

Un molde refractario de vidrio o cerámica asegura una cocción uniforme y evita que el pastel se pegue.

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Conclusión

El pastel cremoso es mucho más que un postre; es un abrazo en forma de dulce, perfecto para compartir con los que más quieres. Con ingredientes sencillos y siguiendo estos pasos, puedes lograr un resultado espectacular que encantará a todos. No dudes en hacerlo y disfrutarlo en cualquier momento especial.

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