“Porción de pastel de leche condensada con textura húmeda, dorado por fuera y blanco por dentro, servido en plato blanco”

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El pastel de leche condensada es uno de esos postres que parecen sacados de la repostería de la abuela: cremoso, suave, con ese dulzor irresistible que te hace querer repetir. Lo mejor de todo es que es muy fácil de hacer. No necesitas experiencia previa ni utensilios especiales. Solo ganas de hornear algo delicioso, y en menos de una hora tendrás un pastel que se derrite en la boca.

Es perfecto para una merienda con amigos, un postre familiar de domingo o incluso como base para añadir frutas o coberturas. Vamos a descubrir paso a paso cómo lograr el pastel perfecto.

Por Qué Te Encantará Esta Receta

Beneficios Clave

Hay muchas razones para enamorarse de esta receta, pero aquí van las más importantes:

  • Súper fácil de preparar: todos los ingredientes se mezclan en la licuadora o con batidora de mano.

  • Ingredientes simples: probablemente ya los tengas en casa.

  • Textura única: queda suave por dentro, tipo flan, y ligeramente dorado por fuera.

  • Versátil: puedes personalizarla con frutas, salsas o decoraciones.

Ideal Para…

Este pastel es ideal si:

  • Estás comenzando a hornear y quieres una receta sin complicaciones.

  • Buscas un postre rápido pero casero para una cena familiar o con amigos.

  • Necesitas un dulce que guste a todos, desde niños hasta adultos.

Ingredientes para el Pastel de Leche Condensada

“Porción de pastel de leche condensada con textura húmeda, dorado por fuera y blanco por dentro, servido en plato blanco”

Ingredientes Básicos

Vamos a trabajar con ingredientes básicos, fáciles de encontrar en cualquier supermercado:

  • 1 taza de leche entera – aporta cremosidad y equilibra el dulzor de la leche condensada.

  • 4 huevos grandes – fundamentales para darle estructura y una textura firme pero jugosa.

  • 1 taza de harina de trigo – base del pastel. Puedes tamizarla para un resultado más aireado.

  • 1 lata de leche condensada (aprox. 395 g) – el alma de este pastel, aporta dulzor, textura y ese sabor único.

  • 2 cucharaditas de polvo de hornear – le da volumen y hace que suba bien en el horno.

  • 1 cucharadita de extracto de vainilla – realza el sabor del pastel.

  • 1 pizca de sal – sí, una pizca equilibra todo el sabor dulce.

  • (Opcional) Azúcar glass para espolvorear – para decorar antes de servir.

Sustituciones y Consejos

¿No tienes todos los ingredientes? No pasa nada. Aquí algunas alternativas útiles:

  • Puedes usar leche vegetal (como avena o almendra) si prefieres evitar los lácteos.

  • ¿Harina sin gluten? Claro, solo asegúrate de que incluya un estabilizante.

  • Si no tienes vainilla, prueba con unas gotas de extracto de almendra o ralladura de limón.

  • Para un toque diferente, añade canela en polvo o nuez moscada a la mezcla.

La Mejor Leche Condensada para Este Pastel

No todas las leches condensadas son iguales. Para lograr un pastel realmente delicioso, busca una leche condensada que tenga:

  • Textura espesa (no demasiado líquida)

  • Color cremoso claro, no muy amarillento

  • Sabor limpio y sin regusto artificial

Marcas como Nestlé o La Lechera suelen ofrecer resultados constantes. Si decides usar una versión casera, asegúrate de reducirla bien para que no arruine la textura final del pastel.

¿Y la leche evaporada? Aunque parecida, no es lo mismo. La leche condensada es mucho más dulce y espesa, esencial para lograr ese efecto “jugosito” que tanto gusta.

Utensilios de Cocina Necesarios

Imprescindibles

No necesitas una cocina profesional para esta receta, pero hay algunas herramientas que harán todo más fácil:

  • Licuadora o batidora de mano – para mezclar todos los ingredientes de forma rápida y uniforme.

  • Molde engrasado – redondo, rectangular o tipo bundt, todos funcionan. Solo asegúrate de engrasarlo bien.

  • Espátula – para vaciar la mezcla completamente y no desperdiciar nada.

  • Tamiz o colador fino – ideal para airear la harina y evitar grumos.

Opcionales Pero Útiles

  • Báscula de cocina – para medir con precisión (especialmente la harina).

  • Termómetro de horno – si tu horno no es muy confiable.

  • Rejilla para enfriar – ayuda a que el pastel no se humedezca por debajo tras salir del horno.

Cómo Hacer el Pastel de Leche Condensada Paso a Paso

“Porción de pastel de leche condensada con textura húmeda, dorado por fuera y blanco por dentro, servido en plato blanco”

Paso 1: Preparar el horno y el molde

Primero, precalienta el horno a 180 °C (350 °F). Es clave que esté bien caliente antes de meter el pastel. Mientras tanto, engrasa tu molde con mantequilla o aceite y, si quieres, espolvorea un poco de harina para que no se pegue nada.

Paso 2: Mezclar los ingredientes líquidos

En la licuadora o en un bol si usas batidora de mano, agrega:

  • La leche condensada

  • La leche entera

  • Los huevos

  • La vainilla

  • La pizca de sal

Bate hasta que todo esté bien integrado y cremoso. Este paso es importante: la mezcla debe quedar homogénea, sin separación.

Paso 3: Incorporar los ingredientes secos

Añade la harina y el polvo de hornear poco a poco. Si los tamizas, mejor: esto ayuda a que el pastel quede más esponjoso. Mezcla de nuevo hasta que no haya grumos. No sobrebatas para evitar que se vuelva denso.

Paso 4: Hornear

Vierte la mezcla en el molde engrasado. Lleva al horno durante 45 a 55 minutos.

Para saber si está listo, introduce un palillo en el centro: si sale limpio, es hora de sacarlo. Verás que se dora ligeramente por arriba, pero por dentro queda claro, suave y con una textura casi de flan.

Déjalo enfriar completamente antes de desmoldar. Si tienes tiempo, mételo al frigorífico: la textura mejora muchísimo.

Consejos para el Éxito

  • Usa todos los ingredientes a temperatura ambiente.

  • No abras el horno antes de los 40 minutos: podrías hacer que el pastel se baje.

  • Si usas molde tipo bundt, engrásalo muy bien para que desmolde fácil.

  • ¿Quieres textura aún más firme? Refrigera el pastel al menos 2 horas antes de servir.

Cómo Conservar el Pastel de Leche Condensada

“Porción de pastel de leche condensada con textura húmeda, dorado por fuera y blanco por dentro, servido en plato blanco”

Una vez que hayas horneado y disfrutado tu primer trozo de este pastel suave y jugosito, probablemente te preguntes cómo guardarlo para que se mantenga igual de delicioso al día siguiente… o incluso durante toda la semana. La buena noticia es que este pastel de leche condensada se conserva muy bien si sigues unos consejos sencillos.

A Temperatura Ambiente

¿Solo quieres dejarlo fuera unas horas para que se enfríe o lo vas a servir el mismo día? Perfecto.

  • Puedes dejarlo a temperatura ambiente hasta 24 horas sin problema, siempre que esté bien cubierto.

  • Colócalo en un recipiente hermético o cúbrelo con film transparente para evitar que se reseque o absorba olores.

Este método es ideal si planeas servirlo en una reunión ese mismo día o al día siguiente a primera hora.

En el Refrigerador

Si te sobra pastel (algo raro, pero puede pasar), lo mejor es guardarlo en la nevera.

  • Se conserva fresco hasta 5 días.

  • Asegúrate de guardarlo en un recipiente con tapa o cubierto con film para mantener su textura húmeda.

  • Antes de comerlo, puedes dejarlo reposar unos minutos a temperatura ambiente para que recupere su suavidad.

Un truco: el sabor se intensifica ligeramente después de un día en frío, así que incluso puede estar más rico al día siguiente.

Consejos para Congelar

Sí, también puedes congelarlo, especialmente si quieres tener una porción lista para cuando se te antoje un dulce rápido.

  • Córtalo en porciones individuales y envuélvelas en film transparente.

  • Luego mételas en una bolsa o recipiente apto para congelador.

  • Dura hasta 2 meses sin perder textura ni sabor.

  • Para descongelar, pásalo al frigorífico la noche anterior o déjalo a temperatura ambiente durante unas horas.

Evita calentarlo en microondas, ya que puede perder esa textura tipo flan que lo hace especial.

Preguntas Frecuentes (FAQs)

¿Puedo hacer este pastel sin licuadora?

Claro que sí. Una batidora de mano o incluso un batidor manual puede servir perfectamente. Lo importante es mezclar bien hasta obtener una mezcla sin grumos. Solo ten un poco más de paciencia y asegúrate de que todo esté bien incorporado.

¿Se puede hacer sin huevos?

Sí, puedes sustituir los huevos por alternativas como puré de manzana (1/4 taza por huevo), yogur natural o incluso “huevo de lino”. La textura cambiará ligeramente, pero seguirá siendo un pastel delicioso y cremoso.

¿Este pastel es apto para celíacos?

La receta original lleva harina de trigo, pero puedes usar una harina sin gluten (como de arroz o una mezcla especial para repostería) para adaptarla. Asegúrate de que el polvo de hornear también sea apto para celíacos.

¿Qué pasa si uso leche desnatada?

Nada grave, pero el pastel perderá un poco de cremosidad. La leche entera aporta grasa, que ayuda a lograr esa textura suave y jugosa. Si usas leche desnatada, considera añadir una cucharada de mantequilla derretida a la mezcla para compensar.

Recetas Relacionadas

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Conclusión

Este pastel de leche condensada es de esas recetas que una vez que pruebas, se quedan contigo para siempre. Es fácil, delicioso y muy versátil. Ideal para una tarde en casa, una comida especial o simplemente para darte un capricho sin complicarte la vida.

No te olvides de compartirlo con quienes más quieres. Y si decides experimentar, como añadirle frutas o un toque de coco rallado, hazlo sin miedo. ¡Este pastel se presta para todo!

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“Porción de pastel de leche condensada con textura húmeda, dorado por fuera y blanco por dentro, servido en plato blanco”

Pastel de Leche Condensada


  • Autora: María
  • Tiempo Total: 60 minutos
  • Raciones: 8 porciones 1x
  • Dieta: Vegetariana

Descripción

Un pastel suave, cremoso y ligeramente húmedo hecho con leche condensada. Perfecto para cualquier ocasión, fácil de preparar y con ingredientes básicos.


Ingredientes

Escala
  • 1 taza de leche entera
  • 4 huevos grandes
  • 1 taza de harina de trigo
  • 1 lata de leche condensada (aproximadamente 395 g)
  • 2 cucharaditas de polvo de hornear
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1 pizca de sal
  • Azúcar glass para espolvorear (opcional)

Instrucciones

  1. Precalienta el horno a 180 °C (350 °F) y engrasa un molde.
  2. En una licuadora o bol, mezcla la leche condensada, la leche entera, los huevos, la vainilla y la sal hasta integrar bien.
  3. Añade la harina y el polvo de hornear tamizados poco a poco y mezcla hasta obtener una masa homogénea.
  4. Vierte la mezcla en el molde engrasado.
  5. Hornea de 45 a 55 minutos o hasta que al insertar un palillo este salga limpio.
  6. Deja enfriar completamente antes de desmoldar.
  7. Refrigera para una textura más firme si lo deseas. Espolvorea con azúcar glass antes de servir.

Notas

  • Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente para mejores resultados.
  • Refrigera el pastel al menos 2 horas si quieres una textura más firme.
  • Puedes añadir ralladura de limón o coco rallado para dar un toque diferente.
  • Sirve con frutas frescas como frambuesas o mango para una presentación especial.
  • Tiempo de preparación: 10 minutos
  • Tiempo de Cocción: 50 minutos
  • Categoría: Postre
  • Método: Horneado
  • Cocina: Casera

Nutrición

  • Tamaño de la Porción: 1 porción
  • Calorias: 290
  • Azúcar: 24 g
  • Sodio: 130 mg
  • Grasas: 10 g
  • Grasas Saturadas: 5 g
  • Grasas Insaturadas: 4 g
  • Grasas Trans: 0 g
  • Carbohidratos: 38 g
  • Fibra: 0.5 g
  • Proteínas: 7 g
  • Colesterol: 95 mg

Palabras clave: pastel de leche condensada, pastel casero, postre fácil, pastel cremoso, bizcocho con leche condensada

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