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¿Has probado alguna vez unas auténticas Patatas Arrieras? Esta receta, típica de la cocina andaluza y especialmente popular en Sevilla, es una de esas joyas que, cuando las pruebas por primera vez, te hacen pensar: “¿Por qué no he hecho esto antes en casa?”.

Las Patatas Arrieras combinan lo mejor de varios mundos: patatas doradas y crujientes, gambas jugosas al ajillo, una pizca de pimentón y el toque cremoso del alioli casero. Es una receta sencilla, pero con un sabor que conquista desde el primer bocado. Perfecta para tapear con amigos, para una cena informal o incluso para sorprender a la familia un domingo cualquiera. Si te gusta el tapeo español, esta es una receta que tienes que tener en tu repertorio.

Por Qué Te Encantarán Estas Patatas Arrieras

Beneficios Clave

Primero, lo básico: esta receta es fácil. No necesitas técnicas complicadas ni ingredientes exóticos. Lo más probable es que ya tengas casi todo en tu cocina.

Además, es increíblemente versátil. Puedes servirlas como entrante, tapa o incluso como plato principal si las acompañas con una buena ensalada. La combinación de texturas —crujiente por fuera, jugosa por dentro y cremosa en cada cucharada de alioli— hace que cada bocado sea una fiesta.

Y no olvidemos el sabor. Es una explosión andaluza: ajo, pimentón, perejil fresco y marisco. No hay nada más reconfortante que este plato cuando se hace bien.

Ideales Para…

Esta receta está pensada para todos. ¿Tienes poco tiempo? Las patatas arrieras se preparan en unos 30 minutos. ¿No eres muy experto en la cocina? No te preocupes, esta guía te lo pondrá fácil, paso a paso. ¿Buscas algo sabroso para compartir en una cena informal? Acabas de encontrarlo.

Además, si tienes niños o invitados con gustos más suaves, puedes omitir la cayena sin problema. Y si te encanta el picante, puedes añadir un toque más para ese puntito extra que te haga sonreír.

Ingredientes para Patatas Arrieras

Ingredientes Principales

Aquí tienes todo lo que necesitas para preparar unas buenas patatas arrieras:

• 250 g de patatas (mejor si son medianas y de tipo agria)

• 300 g de gambas o langostinos pelados

• 3 o 4 dientes de ajo (laminados, bien finos)

• 1 cayena (opcional, pero muy recomendable si te gusta el toque picante)

• 1 cucharadita de pimentón dulce

• Aceite de oliva virgen extra (para freír y para cocinar las gambas)

• Sal al gusto

• 3 cucharadas de alioli casero (hecho con huevo, ajo, aceite y limón o vinagre)

• Perejil fresco picado para decorar

Una lista simple pero poderosa. Aquí todo tiene su papel: el alioli aporta cremosidad, el pimentón da profundidad, y el ajo… bueno, el ajo es el alma del plato.

Sustituciones y Consejos

Si no encuentras gambas frescas, puedes usar langostinos congelados, eso sí, bien descongelados y secos antes de cocinarlos. También puedes usar calamares en tiras o incluso mejillones cocidos si quieres experimentar un poco.

¿Y el alioli? Si no te animas a hacerlo casero, puedes usar uno comercial, pero busca uno de buena calidad, sin demasiados conservantes ni azúcares añadidos. El sabor lo agradecerá.

Para los que prefieren evitar el picante, la cayena es totalmente opcional. En su lugar, puedes usar un poco de pimentón picante o simplemente omitirlo y seguirás teniendo un plato sabroso.

Las Mejores Patatas para Patatas Arrieras

Uno de los secretos del éxito de este plato está en la elección de la patata. Las mejores opciones son las patatas agrias, kennebec o monalisa, todas ellas perfectas para freír porque tienen bajo contenido de agua y almidón suficiente para quedar crujientes por fuera y suaves por dentro.

Evita las patatas nuevas o demasiado cerosas, ya que tienden a quedar blandas y no consiguen ese dorado tan apetecible.

Un buen truco: una vez cortadas las patatas, sécalas bien con papel de cocina para que no salpiquen al freír y para que consigan una textura más crujiente.

Utensilios de Cocina Necesarios

Indispensables

Para que esta receta salga perfecta, necesitarás tener a mano estos básicos:

• Una sartén profunda o una freidora para las patatas.

• Una sartén mediana para preparar las gambas al ajillo.

• Espumadera para sacar las patatas del aceite sin que se rompan.

• Batidora de mano para el alioli (si decides hacerlo tú).

Opcionales pero Útiles

Si quieres facilitar aún más el proceso o conseguir resultados más precisos:

• Mandolina para cortar las patatas con un grosor uniforme.

• Termómetro de cocina para asegurarte de que el aceite está entre 160–180 ºC (la temperatura ideal para freír sin que se empapen).

• Papel absorbente de cocina para eliminar el exceso de aceite y mantener las patatas bien crujientes.

Cómo Hacer Patatas Arrieras Paso a Paso

Ahora sí, vamos al grano. Aquí tienes la guía definitiva para preparar Patatas Arrieras en casa. No necesitas ser chef para conseguir un resultado espectacular, solo seguir estos pasos con calma y cariño.

Paso 1 – Preparar las Patatas

Empieza pelando las patatas y cortándolas en rodajas de entre medio y un centímetro de grosor. Intenta que todas tengan el mismo grosor para que se cocinen de forma uniforme.

Un consejo importante: sécalas bien con papel de cocina antes de freírlas. Así evitarás salpicaduras peligrosas al contacto con el aceite caliente y conseguirás una textura mucho más crujiente.

Paso 2 – Freírlas Correctamente

Calienta abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén profunda. La temperatura ideal ronda los 170–180 °C. Si no tienes termómetro, una buena pista es que al meter una patata, burbujee sin quemarse al instante.

Fríe las patatas por tandas para no enfriar el aceite. Sácalas cuando estén doradas y tiernas por dentro. Déjalas escurrir sobre papel absorbente y añade sal al gusto mientras aún están calientes.

Paso 3 – Preparar el Alioli Casero

Mientras las patatas se enfrían un poco, puedes preparar el alioli. En un vaso batidor, añade:

• 1 diente de ajo (sin germen para evitar amargor)

• 1 huevo a temperatura ambiente

• Una pizca de sal

• Un chorrito de zumo de limón o vinagre

Cubre los ingredientes con aceite (unos 200 ml, mejor si es de sabor suave). Coloca la batidora al fondo del vaso y empieza a batir sin moverla. Cuando emulsione y espese, sube y baja suavemente hasta que tenga una textura cremosa. Reserva en la nevera.

¿Alioli demasiado fuerte? Puedes suavizarlo con un poco de yogur natural o reducir el ajo a medio diente.

Paso 4 – Cocinar las Gambas al Ajillo

En otra sartén, calienta dos o tres cucharadas de aceite de oliva. Añade los ajos laminados y la cayena (si te gusta el toque picante).

Cuando los ajos empiecen a dorarse —cuidado de no quemarlos—, añade las gambas peladas. Saltéalas durante 1 o 2 minutos, solo hasta que cambien de color. Justo al retirar del fuego, añade el pimentón y remueve bien para que se mezcle con el jugo.

Paso 5 – Montaje Final

Y ahora, el momento más esperado: el montaje.

En una fuente o plato grande, coloca una capa de patatas fritas como base. Añade cucharadas generosas de alioli por encima, al gusto. Después, reparte las gambas al ajillo junto con el aceite aromatizado y los ajos dorados.

Finaliza con un poco de perejil fresco picado por encima. Y listo. Una tapa sencilla pero absolutamente deliciosa.

Consejos para el Éxito

• No sobrecargues la sartén: Si fríes demasiadas patatas a la vez, el aceite se enfría y se cuecen en lugar de dorarse.

• El aceite debe estar limpio: Si has frito varios lotes, cuélalo si es necesario para evitar restos quemados.

• Alioli firme y suave: Si se corta, empieza de nuevo con un huevo limpio y añade el alioli cortado poco a poco.

• Gambas jugosas: No las cocines más de 2 minutos o se endurecerán.

Cómo Conservar las Patatas Arrieras

Este plato está en su punto cuando se sirve recién hecho, pero si te sobra algo, aquí te explico cómo guardarlo.

A Temperatura Ambiente

Lo ideal es no dejarlo fuera más de 1–2 horas, especialmente si lleva alioli. En climas cálidos, mejor refrigerar lo antes posible.

En la Nevera

Guarda los ingredientes por separado en recipientes herméticos. Las patatas pueden perder algo de textura, pero se pueden recalentar en el horno a 200 °C durante unos minutos. Las gambas también se recalientan rápido, y el alioli se conserva perfectamente en frío hasta 2 días.

Congelación

No se recomienda congelar el plato montado, ya que las texturas se estropean. Puedes, sin embargo, congelar las patatas ya fritas y las gambas por separado. El alioli casero no congela bien.

Preguntas Frecuentes (FAQs)

¿Puedo usar langostinos en lugar de gambas?

Sí, sin problema. De hecho, los langostinos grandes aportan una textura más carnosa y son una excelente alternativa. Solo asegúrate de pelarlos bien y retirar la vena.

¿Y si no tengo batidora para hacer el alioli?

Puedes hacer una versión tradicional a mano con mortero, aunque requiere algo más de paciencia. Otra opción rápida es usar mayonesa y mezclarla con ajo rallado y unas gotas de limón.

¿Es posible hacer esta receta sin picante?

Claro. Simplemente omite la cayena en el sofrito de ajo y gambas. El resto del sabor seguirá estando presente gracias al pimentón y al ajo.

¿Puedo preparar las patatas al horno en lugar de freírlas?

Sí, aunque no tendrán exactamente la misma textura. Puedes hornearlas con un poco de aceite a 200 °C durante unos 25 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción para que se doren por ambos lados.

Recetas Relacionadas

Si te encantaron estas Patatas Arrieras, te recomendamos probar estas otras recetas deliciosas:

• Bacalao con salsa de gambas y pimientos del piquillo: perfecto para los amantes del marisco.

• Espaguetis con gambas y champiñones al ajillo: otra forma sabrosa de disfrutar gambas al ajillo.

• Tortillas de harina caseras: para acompañar o reinventar tus tapas.

• Aperitivo fácil de queso marinado con salami: ideal para un picoteo completo.

Conclusión

Las Patatas Arrieras son ese tipo de receta que parece sencilla —y lo es—, pero que logra sorprender por su sabor, su textura y su versatilidad. Es una tapa que lleva el alma de Andalucía, perfecta para compartir y disfrutar sin complicaciones.

Anímate a prepararla en casa y cuéntame cómo te fue. ¿Las hiciste más picantes? ¿Le diste tu toque personal? Me encantaría saberlo. Guarda esta receta, compártela con tus amigos y, sobre todo, disfrútala con quienes más quieres. Porque, al final, eso es lo que hace especial cualquier receta: compartirla.

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