Pechuga de pollo dorada servida con salsa cremosa de queso y perejil fresco

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¿Has probado alguna vez una pechuga de pollo tan jugosa, tan tierna y tan cubierta de una salsa de queso que te den ganas de repetir en el mismo momento en que terminas el plato? Esta receta de pechuga de pollo en salsa de queso no es solo deliciosa, es la definición de comida reconfortante hecha en casa.

Perfecta para una cena rápida entre semana o para lucirte en una comida familiar, esta receta combina lo sencillo con lo espectacular. Lo mejor es que no necesitas ser un chef experto para lograrla. Con ingredientes básicos y pasos bien guiados, tendrás un plato digno de restaurante en tu propia cocina.

Por Qué Te Encantará Esta Receta

Beneficios Principales

Primero, es increíblemente fácil de preparar. En unos 30 minutos tendrás un plato completo, sabroso y lleno de textura. No hace falta horno, técnicas complicadas ni ingredientes difíciles de encontrar. Es una receta perfecta para quienes buscan sabor sin complicaciones.

Además, es muy versátil. Puedes adaptarla a tu gusto o al tipo de queso que tengas en casa. ¿Te apetece algo más suave? Elige mozzarella. ¿Prefieres un toque más intenso? Opta por manchego curado. Todo vale.

Y claro, no podemos olvidar lo más importante: está buenísima. La salsa es tan cremosa que querrás mojar pan en cada bocado.

Ideal Para

Esta receta es una opción ideal si:

  • Necesitas una comida rápida entre semana sin perder el sabor.

  • Quieres impresionar sin complicarte.

  • Cocinas para niños o adultos: ¡le gusta a todo el mundo!

  • Buscas una receta base que puedas modificar según tus preferencias (más queso, menos crema, con o sin mostaza…).

Ingredientes para la Pechuga de Pollo en Salsa de Queso

Pechuga de pollo dorada servida con salsa cremosa de queso y perejil fresco

Ingredientes Básicos

Aquí no hay secretos ni ingredientes raros. Lo más probable es que ya tengas muchos de estos en casa:

  • 4 pechugas de pollo sin piel ni hueso. Puedes pedir en la carnicería que te las limpien bien.

  • 1 taza de crema para cocinar, para conseguir esa textura suave y envolvente.

  • 1 taza de queso rallado, a tu gusto: manchego, gouda o mozzarella funcionan muy bien.

  • 1/2 taza de leche, para aligerar la salsa sin perder cremosidad.

  • 2 cucharadas de aceite de oliva, para dorar el pollo.

  • 1 diente de ajo bien picado, que aportará aroma y profundidad.

  • Sal y pimienta al gusto, imprescindibles para resaltar todos los sabores.

  • 1 cucharadita de mostaza (opcional), que da un toque ligeramente ácido que equilibra la grasa del queso.

  • Perejil fresco picado, para decorar y aportar frescor.

Sustituciones y Consejos

  • ¿No tienes crema para cocinar? Puedes usar nata líquida para montar o incluso leche evaporada.

  • ¿Quieres hacerlo un poco más ligero? Usa queso bajo en grasa o mezcla leche desnatada con un poco de maicena para espesar.

  • ¿Lactosa? Busca versiones sin lactosa de crema y queso, ¡y listo!

  • ¿Vegano? Sustituye el pollo por tofu firme o seitán, y opta por crema y queso veganos.

Lo bonito de esta receta es que te permite jugar. Si un día tienes parmesano, úsalo. Si otro día solo tienes queso en lonchas, derrítelas y verás que también queda estupendo.

El Mejor Queso para la Salsa de Queso Cremosa

Aquí es donde puedes personalizar aún más tu receta. No todos los quesos funden igual ni aportan el mismo sabor, pero eso es justo lo que hace que puedas adaptar esta salsa a tu antojo.

  • Mozzarella: para una salsa suave, elástica y con sabor neutro.

  • Gouda: un punto más dulce y una textura perfecta para fundir.

  • Manchego curado: sabor más fuerte, ideal si te gusta que la salsa tenga carácter.

  • Mezcla de quesos: ¡Sí! Puedes mezclar mozzarella con parmesano o gouda con un poco de azul si te apetece experimentar.

Consejo experto: ralla el queso tú mismo en casa. Los quesos rallados industriales suelen llevar antiaglomerantes que afectan la textura final de la salsa.

Herramientas de Cocina que Necesitarás

Esenciales

Para hacer esta receta no necesitas un arsenal de utensilios, solo lo básico bien elegido:

  • Una sartén grande y antiadherente, donde cocinarás tanto el pollo como la salsa.

  • Espátula de madera o cuchara resistente al calor, para remover sin rayar.

  • Tabla de cortar y un buen cuchillo afilado, para preparar los ingredientes cómodamente.

Opcionales

No son imprescindibles, pero si los tienes, facilitarán el proceso:

  • Rallador de queso, si vas a usar quesos en bloque.

  • Termómetro de cocina, para asegurar que el pollo llega a 74 °C en su interior.

  • Batidor manual o de globo, para lograr una salsa más uniforme al incorporar los lácteos y el queso.

Cómo Hacer Pechuga de Pollo en Salsa de Queso

Pechuga de pollo dorada servida con salsa cremosa de queso y perejil fresco

Ahora sí, vamos al corazón de la receta. Aquí te voy a guiar paso a paso para que consigas una pechuga de pollo en salsa de queso perfectamente cocinada, cremosa y con ese toque casero que siempre reconforta. No te preocupes si es tu primera vez, con estos pasos te saldrá de diez.

Paso 1: Sazonar y Dorar el Pollo

Primero, asegúrate de que las pechugas estén secas. Puedes usar papel de cocina para retirar la humedad, lo cual ayuda a que se doren mejor.

Salpimenta bien por ambos lados. No seas tímido con la sal y la pimienta, son clave para resaltar el sabor del pollo.

Calienta las dos cucharadas de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando esté bien caliente (el aceite debe brillar ligeramente), coloca las pechugas y cocínalas unos 5 a 7 minutos por cada lado. Lo que buscas es un dorado bonito por fuera y que estén bien cocidas por dentro. Si tienes un termómetro, el centro debe alcanzar los 74 °C.

Una vez listas, retíralas de la sartén y resérvalas. No laves la sartén: ¡ahí está todo el sabor para la salsa!

Paso 2: Preparar la Salsa Cremosa de Queso

Baja el fuego a medio. En la misma sartén, añade el ajo picado y sofríelo durante 1 minuto. No dejes que se queme, solo que suelte aroma.

Agrega la crema para cocinar y la leche. Remueve bien con una espátula o batidor manual para que se integren.

Ahora añade el queso rallado poco a poco, removiendo constantemente para que se funda sin grumos. Este paso es clave: no lo hagas a fuego alto, el queso puede cortarse. Si ves que la salsa está demasiado espesa, añade un chorrito más de leche.

¿Quieres un toque más profundo? Aquí puedes añadir la cucharadita de mostaza. No dominará el sabor, pero hará que la salsa tenga un matiz especial.

Prueba y ajusta con sal y pimienta si es necesario. Ya tienes tu salsa de queso lista, cremosa y tentadora.

Paso 3: Unir el Pollo con la Salsa

Vuelve a poner las pechugas en la sartén, ahora con la salsa burbujeando suavemente.

Cocina de 3 a 5 minutos más, bañando las pechugas con la salsa. Este paso ayuda a que se empapen bien del sabor y la salsa se adhiera mejor al pollo.

Paso 4: Servir

Sirve caliente, recién hecho. Un poco de perejil fresco picado por encima no solo aporta color, sino frescura que contrasta con lo cremoso.

Puedes acompañarlo con arroz blanco, puré de patata o vegetales al vapor. Lo que tengas a mano, esta salsa mejora cualquier acompañamiento.

Consejos para el Éxito

Si quieres que esta receta salga perfecta cada vez, toma nota de estos consejos:

  • No cocines el pollo a fuego muy alto todo el tiempo. Se puede dorar por fuera y quedar crudo por dentro. Lo mejor es dorar bien y luego bajar un poco el fuego para terminar la cocción.

  • No apresures la salsa. El queso necesita fundirse a su ritmo. La paciencia aquí se traduce en una salsa suave y sedosa.

  • Si la salsa se corta o se pone arenosa, probablemente se cocinó a fuego muy alto. Puedes intentar recuperarla agregando un chorrito de leche y batiendo enérgicamente fuera del fuego.

Cómo Almacenar Pechuga de Pollo en Salsa de Queso

Pechuga de pollo dorada servida con salsa cremosa de queso y perejil fresco

Este plato también es ideal para guardar y disfrutar más tarde. Aquí te explico cómo hacerlo correctamente.

A Temperatura Ambiente

Solo si vas a servirlo en menos de 2 horas. Después de ese tiempo, debe ir al refrigerador para evitar riesgos.

En el Refrigerador

Coloca el pollo con la salsa en un recipiente hermético y guárdalo hasta 3 o 4 días. Para recalentarlo, usa fuego bajo o microondas, removiendo de vez en cuando para que la salsa se mantenga cremosa.

Consejos para Congelar

  • Divide en porciones individuales antes de congelar.

  • Usa recipientes aptos para congelador.

  • Al recalentarlo, añade un poco de leche o crema para recuperar la textura de la salsa.

Preguntas Frecuentes (FAQs)

¿Puedo usar otra carne en lugar de pollo?

Claro. Esta salsa combina muy bien con muslos de pollo, filetes de cerdo, e incluso con tofu para una opción vegetariana.

¿Qué pasa si no tengo crema para cocinar?

Puedes sustituirla por nata líquida, crema agria o incluso leche evaporada. El resultado será distinto pero igual de rico.

¿Qué queso es mejor para fundir sin problemas?

Mozzarella y gouda son opciones seguras por su textura suave al fundirse. Si usas quesos curados, mezcla con uno más cremoso para facilitar el proceso.

¿Se puede preparar con antelación?

Sí, y de hecho sabe mejor al día siguiente, cuando todos los sabores se han asentado. Solo asegúrate de recalentarla a fuego lento para no estropear la salsa.

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Conclusión

La pechuga de pollo en salsa de queso es una de esas recetas que nunca fallan. Es fácil, versátil, reconfortante y perfecta para compartir. Tanto si cocinas para ti como para toda la familia, este plato siempre deja buen sabor de boca… y ganas de repetir.

¿Te animas a prepararla? Cuéntame cómo te ha salido, qué queso usaste o si hiciste alguna variación. Me encantará saber cómo haces tu versión de esta receta tan especial.

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Pechuga de pollo dorada servida con salsa cremosa de queso y perejil fresco

Pechuga de Pollo en Salsa de Queso


  • Autora: María
  • Tiempo Total: 30 minutos
  • Raciones: 4 porciones 1x
  • Dieta: Low Lactose

Descripción

Una receta casera, cremosa y reconfortante de pechuga de pollo en salsa de queso, ideal para cenas fáciles y sabrosas.


Ingredientes

Escala
  • 4 pechugas de pollo sin piel ni hueso
  • 1 taza de crema para cocinar
  • 1 taza de queso rallado (manchego, gouda o mozzarella)
  • 1/2 taza de leche
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 diente de ajo finamente picado
  • 1 cucharadita de mostaza (opcional)
  • Sal y pimienta al gusto
  • Perejil fresco picado para decorar

Instrucciones

  1. Salpimenta las pechugas de pollo por ambos lados.
  2. Dora las pechugas en una sartén con aceite caliente, 5-7 minutos por lado.
  3. Retíralas y reserva. En la misma sartén, sofríe el ajo.
  4. Añade la crema y la leche, luego incorpora el queso rallado.
  5. Mezcla hasta que el queso se derrita completamente. Ajusta sal, pimienta y añade mostaza si lo deseas.
  6. Regresa el pollo a la sartén y báñalo con la salsa durante 3-5 minutos más.
  7. Sirve caliente con perejil picado por encima.

Notas

  • Puedes sustituir la crema por leche evaporada o yogur griego.
  • Para un toque picante, añade una pizca de chile en polvo.
  • Funciona bien con pechuga, muslos o tofu para opción vegetariana.
  • Tiempo de preparación: 10 minutos
  • Tiempo de Cocción: 20 minutos
  • Categoría: Plato principal
  • Método: Cocinado en sartén
  • Cocina: Española

Nutrición

  • Tamaño de la Porción: 1 pechuga con salsa
  • Calorias: 420
  • Azúcar: 3g
  • Sodio: 520mg
  • Grasas: 28g
  • Grasas Saturadas: 12g
  • Grasas Insaturadas: 14g
  • Grasas Trans: 0g
  • Carbohidratos: 4g
  • Fibra: 0g
  • Proteínas: 38g
  • Colesterol: 110mg

Palabras clave: pechuga de pollo, salsa de queso, receta fácil de pollo, pollo cremoso

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