Si estás buscando una receta sabrosa, reconfortante y sencilla para cualquier día de la semana, el pollo con patatas en salsa de queso es justo lo que necesitas. Esta preparación combina lo mejor de la cocina casera: ingredientes sencillos, una textura cremosa y un sabor que hace que todos repitan.
¿Lo mejor? No necesitas ser un chef experimentado para lograr que este plato quede perfecto. Solo sigue los pasos y algunos consejos que te comparto y tendrás en tu mesa una comida digna de celebración, ideal para compartir con familia o amigos.
Por qué te encantará esta receta
Beneficios clave
Lo que hace especial a esta receta es su sencillez y el resultado final. Es ese tipo de plato que te hace sentir en casa desde el primer bocado.
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Fácil de preparar: No necesitas técnicas complicadas ni utensilios raros.
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Textura cremosa y sabor intenso: La mezcla de nata con queso rallado da una salsa suave, perfecta para envolver tanto el pollo como las patatas.
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Ingredientes básicos: Todo lo que lleva esta receta probablemente ya lo tienes en la despensa.
Ideal para…
Esta receta está pensada para que cualquiera pueda hacerla, ya sea principiante en la cocina o alguien que quiere preparar algo especial sin complicarse.
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Cenas entre semana cuando no sabes qué cocinar.
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Comidas familiares donde quieres asegurarte de que todos queden satisfechos.
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Personas que prefieren platos sin horno y con pocos pasos.
Ingredientes para pollo con patatas en salsa de queso
Ingredientes principales
Aquí tienes los ingredientes exactos para 4 porciones. Si necesitas adaptar cantidades, no te preocupes, más abajo te doy algunas sugerencias.
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4 pechugas de pollo: Lo ideal es que estén limpias y sin piel.
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500 g de patatas: Mejor si son de cocción firme, así no se deshacen.
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250 ml de nata para cocinar: La versión ligera también funciona, pero asegúrate de que tenga al menos 18% de materia grasa.
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150 g de queso cheddar rallado: Aporta sabor y cremosidad.
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2 dientes de ajo: Frescos, para un toque aromático.
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1 cebolla grande: Le da dulzor y base a la salsa.
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2 cucharadas de aceite de oliva: Para cocinar el pollo y saltear los vegetales.
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Sal y pimienta al gusto
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Perejil fresco picado: Solo para decorar, pero hace una gran diferencia.
Sustituciones y consejos
Una de las mejores cosas de esta receta es lo adaptable que es. Aquí van algunas ideas:
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¿Sin cheddar? Puedes usar queso gouda, emmental o incluso una mezcla de quesos rallados.
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¿No tienes nata? La leche evaporada o una mezcla de leche con un poco de maicena puede funcionar si estás buscando una opción más ligera.
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¿Pollo seco? Si prefieres un resultado más jugoso, usa contramuslos en lugar de pechugas.
El mejor queso para esta receta
El cheddar es la estrella aquí, y por buenas razones. Su sabor intenso y su capacidad de fundirse sin separarse lo convierten en la opción ideal. Sin embargo, si no tienes cheddar o quieres experimentar, aquí tienes otras opciones:
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Gouda curado: Aporta cremosidad y un sabor más suave.
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Queso manchego tierno: Ideal si buscas algo más nacional y menos salado.
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Queso sin lactosa o vegetal: Para quienes tienen intolerancias, hay versiones aptas que también funden bien.
Consejo: Ralla siempre el queso tú mismo si puedes. Los quesos ya rallados llevan almidones que impiden que se fundan de forma pareja.
Utensilios de cocina necesarios
Imprescindibles
Para que te salga bien la receta, estos son los utensilios básicos que necesitas:
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Una sartén grande o cacerola amplia
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Una olla mediana para cocer las patatas
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Cuchillo afilado y tabla de cortar
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Cuchara de madera o espátula
Opcionales pero útiles
Si bien no son esenciales, estos utensilios pueden facilitar el proceso:
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Rallador de queso: especialmente si vas a usar queso en bloque.
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Espátula de silicona: para remover la salsa sin que se pegue.
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Temporizador de cocina: para no pasarte con la cocción de las patatas o el pollo.
Cómo hacer pollo con patatas en salsa de queso
Paso 1: Hervir las patatas
Pela las patatas y córtalas en trozos medianos, de tamaño uniforme para que se cocinen al mismo ritmo. Ponlas en una olla con agua y sal, y deja hervir durante unos 15 minutos, o hasta que estén tiernas pero no deshaciéndose. Escúrrelas y resérvalas.
Consejo: No las cocines de más o se romperán cuando las mezcles con la salsa.
Paso 2: Cocinar el pollo
Mientras las patatas se cocinan, calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Salpimienta las pechugas de pollo por ambos lados. Cocínalas durante 5-6 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas por fuera y bien hechas por dentro.
Truco: No muevas el pollo constantemente; déjalo sellarse bien antes de darle la vuelta.
Retíralo de la sartén y resérvalo en un plato.
Paso 3: Preparar la base de la salsa
En la misma sartén (¡no la laves, que el sabor está ahí!), añade la cebolla bien picada y el ajo. Sofríe a fuego medio durante 2-3 minutos hasta que estén transparentes.
Este paso es clave para dar profundidad de sabor a la salsa.
Paso 4: Hacer la salsa de queso
Incorpora la nata poco a poco, removiendo sin parar. Cuando comience a calentarse, añade el queso rallado y sigue removiendo hasta que se derrita por completo. La salsa debe quedar suave y cremosa.
No hiervas la nata, solo caliéntala a fuego medio-bajo para evitar que se corte.
Paso 5: Integrar el pollo y las patatas
Vuelve a colocar las pechugas de pollo en la sartén y báñalas con la salsa. Deja que se cocinen juntas durante unos 5 minutos a fuego bajo, para que el pollo absorba todos los sabores.
Añade las patatas cocidas y mezcla con cuidado, intentando no romperlas.
Paso 6: Servir
Espolvorea perejil fresco picado por encima justo antes de servir. Este toque final le da frescura y color al plato.
Consejos para el éxito
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Controla la temperatura: Una temperatura muy alta puede hacer que la nata se corte.
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No remuevas en exceso: Al mezclar las patatas con la salsa, hazlo suavemente.
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Deja reposar: Una vez terminado, deja reposar unos minutos antes de servir. Los sabores se asientan y el resultado es aún mejor.
Cómo conservar el pollo con patatas en salsa de queso
Una de las mejores cosas de esta receta, además de lo rica que está, es que se puede conservar sin problema para disfrutar más tarde. Ya sea que te haya sobrado del almuerzo o que hayas cocinado de más a propósito (¡muy buena idea!), aquí tienes todas las formas posibles de almacenarla para mantener ese sabor casero que tanto gusta.
A temperatura ambiente
Este plato, como cualquier preparación con lácteos y carne, no debe dejarse más de dos horas fuera del frigorífico. La salsa con nata y queso puede echarse a perder si no se enfría a tiempo.
Consejo útil: En cuanto se enfríe un poco, pásalo a un recipiente hermético y guárdalo en la nevera. Así evitarás riesgos y conservarás mejor la textura de la salsa.
En la nevera
Duración: hasta 3 días.
Guarda el pollo con patatas en un recipiente hermético y colócalo en el frigorífico. La salsa puede espesar un poco al enfriarse, pero no te preocupes, al calentarla volverá a estar cremosa.
Para recalentarlo:
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Usa fuego lento en una sartén, añadiendo una cucharadita de leche o nata para devolverle la suavidad.
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También puedes usar el microondas en intervalos cortos y removiendo entre cada uno para que se caliente de forma uniforme.
Truco: No recalientes más de una vez. Lo ideal es calentar solo la porción que vayas a consumir.
Cómo congelar y recalentar el plato
Congelar este plato es posible, pero tiene algunos matices que debes tener en cuenta para que siga estando delicioso.
¿Se puede congelar el pollo con salsa de queso?
Sí, aunque las patatas no siempre congelan bien, ya que tienden a volverse arenosas o cambiar de textura. Si sabes que vas a congelarlo, te recomiendo guardar la mezcla de pollo y salsa por separado de las patatas.
Pasos para congelar:
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Deja enfriar completamente el guiso.
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Guarda en recipientes aptos para congelador, bien cerrados y etiquetados con la fecha.
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Congela hasta por 2 meses.
Recalentar tras congelar:
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Descongela en el frigorífico durante la noche.
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Caliéntalo en una sartén a fuego bajo, añadiendo un poco de leche o caldo si hace falta suavizar la salsa.
Preguntas frecuentes (FAQs)
Aquí respondo algunas de las dudas más comunes que suelen surgir con esta receta. Si tienes alguna otra, déjala en los comentarios y estaré encantado de ayudarte.
¿Puedo usar otra parte del pollo?
Por supuesto. Aunque la receta original está hecha con pechugas, los muslos deshuesados o los contramuslos son opciones excelentes. Son más jugosos y aportan un sabor más intenso. Solo ten en cuenta que puede que necesiten un par de minutos más de cocción.
¿Qué queso puedo usar si no tengo cheddar?
No pasa nada si no tienes cheddar. Esta receta es muy versátil. Puedes sustituirlo por gouda, queso emmental o incluso queso manchego tierno. Lo importante es que sea un queso que funda bien y que tenga buen sabor.
¿Se puede hacer sin nata?
Sí, y hay varias formas de hacerlo:
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Usa leche evaporada como una alternativa más ligera.
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También puedes mezclar leche normal con una cucharadita de maicena para espesar.
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Si necesitas una opción vegetal, una nata de soja o avena para cocinar funciona perfectamente.
¿Cómo evito que la salsa se corte?
El secreto está en no subir demasiado el fuego. Añade la nata a temperatura media-baja y remueve constantemente mientras incorporas el queso. Si sigues estos pasos, la salsa quedará suave y sin grumos.
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Conclusión
El pollo con patatas en salsa de queso es ese tipo de plato que te hace sentir en casa. Es fácil, sabroso y gusta a todos. Además, puedes prepararlo con antelación, guardar lo que sobre e incluso congelarlo.
Anímate a probarla, personalizarla y sobre todo, a compartirla con quienes más quieres. Si la preparas, cuéntame cómo te ha quedado o deja tus propios trucos en los comentarios. Esta receta no solo alimenta el cuerpo, también reúne a las personas.
PrintPollo con patatas en salsa de queso – Una receta cremosa, fácil y reconfortante
- Total Time: 40 minutos
- Yield: 4
- Diet: Low Lactose
Description
Una receta cremosa, casera y reconfortante que combina pechugas de pollo con patatas y una deliciosa salsa de queso.
Ingredients
- 4 pechugas de pollo
- 500 g de patatas
- 250 ml de nata para cocinar
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 150 g de queso cheddar rallado
- 1 cebolla grande
- Sal y pimienta al gusto
- Perejil fresco para decorar
Instructions
- Pelar y cortar las patatas en trozos medianos. Cocinarlas en agua con sal durante 15 minutos o hasta que estén tiernas.
- Calentar el aceite en una sartén y cocinar las pechugas salpimentadas durante 5-6 minutos por cada lado. Retirar y reservar.
- Añadir la cebolla picada y el ajo a la misma sartén. Sofreír durante 2-3 minutos hasta que la cebolla esté transparente.
- Agregar la nata y el queso rallado, removiendo hasta obtener una salsa cremosa.
- Incorporar el pollo nuevamente a la sartén y cocinar a fuego lento 5 minutos.
- Agregar las patatas escurridas y mezclar con cuidado.
- Decorar con perejil fresco y servir caliente.
Notes
- El cheddar puede sustituirse por gouda o emmental.
- Se puede usar leche evaporada en lugar de nata para una versión más ligera.
- Congelar sin patatas si se desea conservar por más tiempo.
- No hervir la salsa para evitar que se corte.
- Prep Time: 15 minutos
- Cook Time: 25 minutos
- Category: Plato principal
- Method: Sartén
- Cuisine: Mediterránea
Nutrition
- Serving Size: 1 porción
- Calories: 450
- Sugar: 2 g
- Sodium: 480 mg
- Fat: 28 g
- Saturated Fat: 12 g
- Unsaturated Fat: 14 g
- Trans Fat: 0 g
- Carbohydrates: 18 g
- Fiber: 2 g
- Protein: 36 g
- Cholesterol: 110 mg