¿Te imaginas un bocado que combine el crujiente perfecto del pollo dorado con una pasta envuelta en una salsa cremosa, rica y con el punto justo de ajo? Esta receta de Pollo Crujiente con Pasta Cremosa es exactamente eso: reconfortante, elegante y sorprendentemente fácil de preparar.
Es el tipo de plato que hace que cualquier comida entre semana se sienta especial o que una cena con invitados parezca sacada de un restaurante. Lo mejor de todo es que no necesitas técnicas complicadas ni ingredientes difíciles de conseguir. Aquí te guío paso a paso para que el resultado sea siempre delicioso.
¿Por Qué Te Encantará Esta Receta?
Beneficios Principales
Esta receta es el equilibrio ideal entre textura y sabor. El pollo queda dorado y crujiente por fuera, pero jugoso por dentro, mientras que la pasta se baña en una salsa cremosa hecha con queso parmesano real y ajo salteado. Es un plato completo, sabroso y fácil de adaptar.
Además, no necesitas ser un chef profesional. Si sabes batir huevos y cocer pasta, ya tienes medio camino hecho.
Perfecto Para…
Esta receta es perfecta para una noche de fin de semana en casa, una cena romántica, o simplemente cuando quieres darte un capricho sin pasar horas en la cocina. También es ideal para quienes disfrutan de comidas familiares, ya que a los niños les encanta el pollo empanizado, y los adultos no se pueden resistir a la salsa cremosa.
Ingredientes para Pollo Crujiente con Pasta Cremosa
Ingredientes Clave
Estos son los ingredientes que necesitas tener a mano:
Para el pollo crujiente:
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4 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel
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2 huevos batidos
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1 taza de migas de pan
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½ taza de queso parmesano rallado
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1 cucharadita de paprika
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1 cucharadita de ajo en polvo
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Sal y pimienta al gusto
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Aceite de oliva para freír
Para la pasta cremosa:
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8 oz de pasta (penne o fettuccine son ideales)
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1 taza de crema espesa (nata para cocinar)
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½ taza de queso parmesano rallado
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3 dientes de ajo picado
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2 cucharadas de mantequilla
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Sal y pimienta al gusto
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Perejil fresco para decorar
Sustituciones y Consejos
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Si no tienes paprika, puedes usar pimentón dulce o incluso un toque de chile en polvo si quieres darle un punto picante.
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¿No encuentras parmesano fresco? Usa uno en polvo, aunque el sabor no será tan profundo.
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¿Intolerancia a la lactosa? Prueba con una crema vegetal para cocinar y queso rallado sin lactosa.
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Para una versión más ligera, puedes hornear el pollo en lugar de freírlo.
El Mejor Queso Parmesano para Esta Receta
Cuando se trata de parmesano, el recién rallado siempre gana. No solo aporta un sabor más intenso, sino que también se derrite mejor en la salsa. Busca un queso con denominación de origen protegida si puedes (Parmigiano Reggiano es el estándar de oro). Si no lo encuentras, otros quesos curados como el Grana Padano o incluso un manchego curado pueden funcionar bien.
Utensilios Que Necesitarás
Imprescindibles
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Una sartén grande para freír el pollo.
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Una olla para cocer la pasta.
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Un rallador de queso.
Opcionales pero útiles
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Prensa de ajo (aunque también puedes picarlo finamente a cuchillo).
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Termómetro de cocina, para asegurar que el pollo esté bien cocido (74 °C en el centro).
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Pinzas de cocina para voltear el pollo sin romper el empanizado.
Cómo Preparar Pollo Crujiente con Pasta Cremosa
Aquí viene la parte divertida. No te preocupes, te voy guiando paso a paso para que el proceso sea fácil y exitoso desde el principio.
Paso 1 – Empanizar el Pollo
En un bol, mezcla las migas de pan, queso parmesano, paprika, ajo en polvo, sal y pimienta. En otro recipiente, bate los huevos.
Pasa cada pechuga de pollo primero por el huevo, y luego por la mezcla de pan hasta que esté bien cubierta. Presiona ligeramente para que se adhiera bien. Un buen truco es dejar reposar el pollo empanizado unos minutos antes de freír, así el empanizado se fija mejor.
Paso 2 – Freír el Pollo
Calienta aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Cuando esté caliente (puedes comprobarlo echando una miga de pan: si chispea, está listo), coloca las pechugas con cuidado.
Fríe durante 5-6 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes. No las muevas demasiado para evitar que se desprenda el empanizado.
Retira el pollo y colócalo sobre papel absorbente mientras preparas la pasta.
Paso 3 – Cocinar la Pasta
En paralelo, pon a hervir agua con sal y cocina la pasta según las instrucciones del paquete. Lo ideal es que quede al dente, porque luego absorberá parte de la salsa.
Cuando esté lista, escúrrela pero reserva una taza del agua de cocción, por si necesitas ajustar la textura de la salsa después.
Paso 4 – Preparar la Salsa Cremosa
En otra sartén, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade el ajo picado y sofríe por 1-2 minutos, hasta que empiece a soltar su aroma. No lo dejes dorar demasiado o amargará.
Agrega la crema y llévala a un hervor suave. Después, incorpora el queso parmesano y revuelve constantemente hasta que se derrita y espese ligeramente.
Sazona con sal y pimienta al gusto. Si ves que la salsa queda muy espesa, añade un poco del agua de cocción que reservaste.
Paso 5 – Montaje del Plato
Añade la pasta a la salsa y mezcla bien para que quede completamente impregnada. Sirve en platos individuales o una fuente grande.
Coloca las pechugas crujientes encima de la pasta, espolvorea con perejil fresco picado y, si lo deseas, un poco más de parmesano.
Consejos para el Éxito
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No sobrecargues la sartén al freír el pollo, para que se dore uniformemente.
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No hiervas la salsa: si lo haces, la crema puede cortarse y perderás la textura suave.
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Para una textura más ligera, puedes usar mitad crema y mitad leche entera.
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¿Quieres ahorrar tiempo? Puedes preparar el empanizado del pollo con antelación y refrigerarlo bien tapado.
Cómo Guardar el Pollo Crujiente con Pasta Cremosa
Después de disfrutar de este delicioso plato, es muy probable que quieras guardar un poco para más tarde. La buena noticia es que el Pollo Crujiente con Pasta Cremosa se conserva muy bien si sigues algunos consejos clave. A continuación, te explico cómo mantener su sabor y textura el mayor tiempo posible.
A Temperatura Ambiente
Si te sobra comida después de servirla, puedes dejarla a temperatura ambiente durante un máximo de 1 a 2 horas. Pasado ese tiempo, lo mejor es guardarla en la nevera para evitar que se estropee.
Consejo: Si sabes que no vas a comer todo de inmediato, guarda el pollo y la pasta por separado. Así, el empanizado del pollo se mantendrá más crujiente.
En el Refrigerador
Guarda las sobras en recipientes herméticos, separados si es posible. En la nevera, el pollo y la pasta se conservan perfectamente durante hasta 3 días.
Cuando vayas a recalentarlos, te recomiendo calentar el pollo en el horno o en una sartén para devolverle su textura crujiente. La pasta, en cambio, va mejor en el microondas o en una cacerola a fuego lento con una cucharada de agua o leche para devolverle cremosidad.
Consejos para Congelar
¿Quieres preparar porciones con antelación? Puedes congelar la pasta cremosa sola sin problema. Usa un recipiente apto para congelación y déjala enfriar completamente antes de guardarla. Aguanta bien hasta 2 meses.
En cuanto al pollo empanado, es mejor congelarlo antes de freírlo. Puedes empanizarlo, colocarlo en una bandeja y congelarlo crudo. Luego lo fríes directamente desde congelado (con más tiempo de cocción) para mantener la textura crujiente.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
¿Puedo hornear el pollo en lugar de freírlo?
Por supuesto. Si prefieres una opción más ligera o simplemente no quieres freír, puedes hornear el pollo a 200 °C durante 20-25 minutos, volteándolo a mitad del tiempo para que se dore por ambos lados. El resultado no será tan crujiente como frito, pero sigue siendo muy sabroso.
¿Qué tipo de pasta es mejor para esta receta?
La receta funciona muy bien con penne o fettuccine, pero puedes usar cualquier tipo de pasta corta o larga que retenga bien la salsa. También quedan muy bien los rigatoni, espaguetis o incluso tagliatelle.
¿Se puede hacer sin lácteos?
Sí, puedes adaptar esta receta fácilmente. Usa una crema vegetal sin lactosa o leche de coco espesa en lugar de la nata. El queso parmesano puede sustituirse por uno vegetal rallado. La textura y el sabor cambian un poco, pero el resultado sigue siendo delicioso.
¿Es apta para niños?
Definitivamente. Este plato suele ser un éxito entre los más pequeños: el pollo empanado les encanta y la pasta cremosa es siempre bien recibida. Si cocinas para niños pequeños, puedes reducir la cantidad de ajo o usar una versión más suave de parmesano.
Recetas Relacionadas
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Pechuga de pollo en salsa de champiñones – Cremosa y perfecta para acompañar con arroz o pasta.
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Pollo con miel y mostaza con espárragos asados – Una combinación agridulce y sabrosa.
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Pollo a la naranja – Ideal si buscas sabores intensos y una preparación sencilla.
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Espagueti con camarones a la crema – Otra opción cremosa que también puede servir para sorprender.
Conclusión
Este Pollo Crujiente con Pasta Cremosa no solo es delicioso, sino también sorprendentemente fácil de preparar. Tiene ese toque de plato de restaurante, pero sin complicaciones. Ya sea para sorprender a tu familia o para darte un gusto personal, este plato nunca falla.
Espero que te animes a prepararlo, lo disfrutes hasta el último bocado y, por qué no, lo compartas con tus seres queridos. Si tienes dudas, déjalas en los comentarios. Y si te sale espectacular, me encantaría saberlo. Guarda esta receta para repetirla una y otra vez. Porque sí, es de esas que se convierten en favoritas.
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Pollo Crujiente con Pasta Cremosa
- Tiempo Total: 45 minutos
- Raciones: 4 porciones 1x
- Dieta: Low Lactose
Descripción
Una receta irresistible que combina pollo empanizado y dorado con una cremosa pasta al parmesano, ideal para cenas especiales.
Ingredientes
- 4 pechugas de pollo sin piel
- 2 huevos batidos
- 1 taza de migas de pan
- ½ taza de queso parmesano rallado
- 1 cucharadita de paprika
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva para freír
- 8 oz de pasta (penne o fettuccine)
- 1 taza de crema espesa
- ½ taza de queso parmesano rallado
- 3 dientes de ajo picado
- 2 cucharadas de mantequilla
- Perejil fresco para decorar
Instrucciones
- Mezclar las migas de pan, el parmesano, paprika, ajo en polvo, sal y pimienta.
- Empanizar las pechugas pasándolas por huevo y luego por la mezcla de pan.
- Freír el pollo en aceite de oliva hasta que esté dorado y crujiente, aproximadamente 5-6 minutos por lado.
- Cocer la pasta según las instrucciones del paquete y reservar una taza del agua de cocción.
- En una sartén, derretir la mantequilla y saltear el ajo por 1-2 minutos.
- Añadir la crema y el queso parmesano; cocinar hasta que espese.
- Agregar la pasta a la salsa y mezclar bien. Si es necesario, ajustar la textura con el agua reservada.
- Servir la pasta en platos, colocar el pollo encima y decorar con perejil fresco.
Notas
- El pollo también puede hornearse a 200 °C durante 25 minutos.
- Guarda el pollo y la pasta por separado para conservar la textura crujiente.
- Usa crema vegetal y queso sin lactosa para una versión baja en lácteos.
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de Cocción: 30 minutos
- Categoría: Plato principal
- Método: Frito y salteado
- Cocina: Fusión italiana
Nutrición
- Tamaño de la Porción: 1 porción
- Calorias: 600
- Azúcar: 2 g
- Sodio: 500 mg
- Grasas: 30 g
- Grasas Saturadas: 12 g
- Grasas Insaturadas: 16 g
- Grasas Trans: 0 g
- Carbohidratos: 40 g
- Fibra: 2 g
- Proteínas: 35 g
- Colesterol: 110 mg
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