¿Hay algo más acogedor que el aroma de pan recién horneado con queso fundiéndose suavemente en el horno? Estos scones de queso son la combinación perfecta de suavidad por dentro y un dorado crujiente por fuera. Lo mejor es que no necesitas ser un experto en repostería para prepararlos. Con ingredientes sencillos y un paso a paso claro, en poco tiempo tendrás en tu mesa unos scones irresistibles, ideales para desayunos, meriendas o un brunch especial.
Por Qué Te Encantarán Estos Scones de Queso
Beneficios Clave
Lo que hace a esta receta tan especial es su simplicidad y versatilidad. Los scones de queso son rápidos de preparar, en menos de 30 minutos puedes disfrutarlos recién salidos del horno. Son perfectos para cualquier momento: desde una merienda improvisada hasta una ocasión especial como un picnic o un desayuno en familia.
Además, puedes personalizarlos a tu gusto. ¿Prefieres un sabor más intenso? Usa un queso curado. ¿Quieres una versión más suave para niños? Opta por un queso más cremoso como gouda o mozzarella. Esta flexibilidad es uno de los mayores encantos de la receta.
Ideal Para
Esta receta es para todos. Si eres principiante, no te preocupes: el proceso es sencillo y no requiere técnicas complicadas. Si ya tienes experiencia en la cocina, puedes experimentar añadiendo hierbas, especias o incluso pequeños trozos de jamón. Son una opción fantástica para quienes disfrutan de preparar algo especial para compartir con amigos o familiares.
Ingredientes Para Scones de Queso Perfectos
Ingredientes Principales
Para esta receta, necesitarás:
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2 tazas de harina de trigo (250 g): La base para unos scones ligeros y esponjosos.
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1 cucharada de polvo de hornear: Fundamental para que la masa suba bien.
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1/2 cucharadita de sal y 1/4 cucharadita de pimienta negra (opcional): Realzan el sabor.
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1/4 taza de mantequilla fría (60 g), cortada en cubos: Le da a los scones su textura suave y aireada.
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1 taza de queso rallado (cheddar, manchego o el que prefieras): El protagonista de la receta.
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3/4 taza de leche (180 ml): Ayuda a unir los ingredientes.
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1 huevo: Aporta humedad y estructura a la masa.
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1 huevo batido (para barnizar): Para lograr un acabado dorado irresistible.
Sustituciones y Consejos
Si no tienes harina de trigo, puedes usar una mezcla sin gluten para una versión apta para celíacos. Para un toque más cremoso, sustituye la leche por nata líquida. Y si quieres un sabor más complejo, mezcla varios tipos de queso: un cheddar fuerte con un toque de parmesano, por ejemplo.
El Mejor Queso Para Scones de Queso
El queso que elijas marcará la diferencia en sabor y textura. El cheddar es ideal si buscas un sabor clásico y ligeramente picante. El manchego aporta un toque más suave y mantecoso, perfecto para quienes prefieren un resultado menos intenso. Si quieres innovar, prueba con gouda, emmental o incluso un poco de roquefort para una versión más gourmet.
Un consejo importante: usa queso rallado grueso para que se funda de forma pareja sin perderse completamente en la masa. Así obtendrás esos irresistibles hilos de queso al partir los scones.
Utensilios de Cocina Necesarios
Imprescindibles
Para preparar estos scones no necesitas un arsenal de utensilios. Bastará con:
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Un bol grande para mezclar los ingredientes.
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Un cuchillo o un cortador de masa.
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Rodillo para extender la masa.
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Bandeja de horno con papel para hornear.
Opcionales pero Útiles
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Una rejilla para enfriar los scones después de hornearlos.
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Cortadores de scones para darles una forma uniforme, aunque un vaso también puede servir.
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Brocha de cocina para aplicar el huevo batido antes de hornear y conseguir un acabado brillante.
Cómo Hacer Scones de Queso Paso a Paso
Preparar scones de queso en casa es mucho más fácil de lo que imaginas. Este paso a paso te guiará desde la mezcla de los ingredientes hasta sacar del horno unos scones dorados y esponjosos. Cada fase incluye consejos prácticos para que el resultado sea perfecto incluso si es tu primera vez.
Paso 1 – Prepara el horno y la bandeja
Empieza precalentando el horno a 200 °C (390 °F). Este es un paso clave porque los scones necesitan un golpe de calor inicial para subir bien y conseguir esa textura ligera. Cubre una bandeja de horno con papel para hornear o, si lo prefieres, engrásala ligeramente con mantequilla. Así evitarás que se peguen y conseguirás una base dorada y uniforme.
Paso 2 – Mezcla los ingredientes secos
En un bol grande, combina las 2 tazas de harina de trigo, la cucharada de polvo de hornear, la ½ cucharadita de sal y la ¼ cucharadita de pimienta negra si decides usarla. Remueve bien con una cuchara o varilla para asegurarte de que el polvo de hornear se distribuye de manera uniforme en la harina. Esto ayudará a que los scones suban de forma pareja en el horno.
Paso 3 – Incorpora la mantequilla fría
Añade los cubos de mantequilla fría al bol con los ingredientes secos. Con la yema de los dedos, ve desmenuzando la mantequilla en la harina hasta que la mezcla tenga una textura arenosa con pequeños grumos del tamaño de un guisante. Este paso es esencial: los trocitos de mantequilla harán que los scones queden aireados y con una miga tierna. Si la mantequilla se ablanda demasiado, lleva el bol unos minutos al frigorífico antes de continuar.
Paso 4 – Añade el queso rallado
Incorpora la taza de queso rallado y mezcla suavemente con una cuchara de madera o tus manos. No es necesario que el queso se integre completamente; basta con distribuirlo de manera uniforme. Así te asegurarás de encontrar deliciosos trozos de queso en cada bocado.
Paso 5 – Mezcla los líquidos y forma la masa
En un bol aparte, bate el huevo con la leche hasta que quede una mezcla homogénea. Vierte esta mezcla sobre los ingredientes secos y, con una cuchara de madera, remueve solo hasta que la masa comience a formarse. Es muy importante no sobremezclar, ya que hacerlo podría dar como resultado unos scones más densos y duros. La masa debe quedar ligeramente pegajosa pero manejable.
Paso 6 – Extiende y corta la masa
Enharina ligeramente una superficie de trabajo y coloca la masa sobre ella. Amasa suavemente solo un par de veces para que se compacte. Con un rodillo, extiende la masa hasta obtener un grosor de 2-3 cm. Usa un cortador redondo o un vaso para cortar los scones. También puedes cortar la masa en triángulos si buscas un toque más rústico.
Coloca los scones sobre la bandeja preparada, dejando un pequeño espacio entre ellos. Pinta la superficie con el huevo batido reservado para lograr un acabado brillante y dorado al hornear.
Paso 7 – Hornea y deja enfriar
Hornea durante 12-15 minutos o hasta que los scones estén inflados y la superficie tenga un tono dorado apetecible. El tiempo puede variar ligeramente según tu horno, así que vigílalos a partir de los 12 minutos.
Una vez listos, sácalos del horno y colócalos sobre una rejilla para que se enfríen ligeramente antes de servir. Aunque están deliciosos templados, también puedes disfrutarlos fríos.
Consejos Para Unos Scones Perfectos
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Usa siempre mantequilla bien fría y trabaja rápido para que no se derrita antes de entrar en el horno.
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No sobretrabajes la masa. Un amasado excesivo puede dar como resultado unos scones más compactos.
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Si quieres un sabor extra, añade hierbas frescas como romero o tomillo junto al queso.
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Para un acabado aún más apetecible, espolvorea un poco de queso rallado sobre los scones antes de hornearlos.
Cómo Conservar Los Scones de Queso
A temperatura ambiente
Guarda los scones en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta 2 días.
En el refrigerador
Para conservarlos frescos hasta 5 días, envuélvelos bien en papel film o guárdalos en un recipiente cerrado en la nevera.
Congelación
Puedes congelar los scones una vez horneados. Déjalos enfriar por completo, colócalos en una bolsa de congelación y consérvalos hasta 3 meses. Para disfrutarlos, caliéntalos directamente en el horno sin descongelar a 180 °C durante unos minutos.
Preguntas Frecuentes
¿Puedo usar otro tipo de harina?
Sí, puedes usar harina integral para una versión más rústica o una mezcla sin gluten si necesitas adaptar la receta. Ten en cuenta que la textura puede variar ligeramente.
¿Cómo logro que los scones queden más esponjosos?
Asegúrate de no amasar demasiado y de que la mantequilla esté muy fría. Un horno bien precalentado también es clave para que suban rápidamente.
¿Qué hacer si no tengo cortador de scones?
Un vaso de borde fino funciona perfectamente. También puedes cortar la masa en cuadrados o triángulos con un cuchillo afilado.
¿Puedo preparar la masa con antelación?
Sí, puedes refrigerar la masa ya formada (sin hornear) hasta 12 horas. Hornéalos justo antes de servir para disfrutarlos recién hechos.
Recetas Relacionadas Que Te Encantarán
Si te han encantado estos Scones de Queso, te recomendamos probar también estas recetas fáciles y deliciosas con un toque casero:
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Pan de Queso sin Horno en 20 Minutos – Una opción rápida y esponjosa para los amantes del queso.
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Aperitivo Fácil de Queso Marinado con Salami y Pepinillos – Perfecto para acompañar tus scones en una tabla de quesos.
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Masa para Pan Casero – Ideal para quienes quieren experimentar con diferentes tipos de panes.
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Pan de Maicena con Queso en Sartén – Pan suave y dorado hecho sin horno, perfecto para principiantes.
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Queso Casero con Leche del Mercado – Aprende a hacer tu propio queso para utilizar en tus scones.
Conclusión
Estos scones de queso son la prueba de que una receta sencilla puede convertirse en un pequeño lujo casero. Son rápidos, versátiles y absolutamente deliciosos, perfectos para compartir con familia o amigos. Anímate a probarlos y a darle tu toque personal. Después de todo, las mejores recetas son aquellas que se disfrutan en buena compañía.
PrintScones de Queso
- Total Time: 30 minutos
- Yield: 8 scones
- Diet: Vegetarian
Description
Receta sencilla para preparar scones de queso suaves y dorados. Perfectos para desayunos, brunch o meriendas con un toque casero.
Ingredients
- 2 tazas de harina de trigo (250 g)
- 1 cucharada de polvo de hornear
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta negra (opcional)
- 1/4 taza de mantequilla fría (60 g), cortada en cubos
- 1 taza de queso rallado (cheddar, manchego o el de tu preferencia)
- 3/4 taza de leche (180 ml)
- 1 huevo (para la masa)
- 1 huevo batido (para barnizar)
Instructions
- Precalentar el horno a 200 °C y preparar una bandeja con papel para hornear.
- Mezclar en un bol grande la harina, polvo de hornear, sal y pimienta.
- Añadir la mantequilla fría y mezclar con los dedos hasta obtener textura arenosa.
- Incorporar el queso rallado y mezclar suavemente.
- Batir el huevo con la leche en otro recipiente y añadirlo a la mezcla seca.
- Formar la masa sin sobremezclar, extenderla a 2-3 cm de grosor y cortar los scones.
- Colocar en la bandeja, barnizar con huevo batido y hornear 12-15 minutos hasta dorar.
Notes
- Usa mantequilla fría para conseguir una textura esponjosa.
- No sobremezcles la masa para evitar scones duros.
- Puedes añadir hierbas frescas como romero o tomillo para más sabor.
- Prep Time: 15 minutos
- Cook Time: 15 minutos
- Category: Pan y Bollería
- Method: Horneado
- Cuisine: Británica
Nutrition
- Serving Size: 1 scone
- Calories: 220
- Sugar: 1 g
- Sodium: 420 mg
- Fat: 12 g
- Saturated Fat: 7 g
- Unsaturated Fat: 4 g
- Trans Fat: 0 g
- Carbohydrates: 22 g
- Fiber: 1 g
- Protein: 6 g
- Cholesterol: 45 mg