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Si alguna vez has probado unas tortas fritas criollas calentitas acompañadas de un buen mate, sabes de lo que estamos hablando. Esta receta clásica, con aroma a hogar y días lluviosos, es una de esas joyas de la cocina rioplatense que nunca pasa de moda. No solo es fácil de hacer, sino que también resulta perfecta para compartir en familia o sorprender a tus invitados con algo tradicional y casero.

En este artículo te voy a acompañar paso a paso para que tus tortas fritas queden doradas, crocantes por fuera, suaves por dentro y con ese sabor inconfundible de la grasa o manteca. ¿Lo mejor? No necesitás ser experto en cocina para lograrlo.

Por qué te encantarán estas tortas fritas

Beneficios clave

Estas tortas fritas tienen mucho a su favor:

• Fáciles y rápidas: desde que empezás a mezclar hasta que las servís, no pasa más de una hora.

• Ingredientes comunes: probablemente ya tengas todo en tu despensa.

• Versatilidad: se pueden servir dulces o saladas, y siempre quedan bien.

Además, son una receta ideal para días fríos o lluviosos, cuando el cuerpo y el alma piden algo calentito y reconfortante.

Perfectas para…

• Meriendas familiares.

• Acompañar con yerba mate, café o incluso chocolate caliente.

• Cocinar con niños o introducir a principiantes en el mundo de las masas caseras.

Ingredientes para tortas fritas criollas

Ingredientes básicos

Para unas 10 a 12 tortas fritas, vas a necesitar:

• 500 g de harina común

• 1 cucharadita de sal

• 1 cucharadita de polvo de hornear

• 1 cucharada de grasa o manteca

• 1 taza de agua tibia (aproximadamente 240 ml)

• Aceite o grasa para freír (cantidad necesaria)

Son ingredientes simples, accesibles y económicos. Eso sí, cuanto mejor sea la calidad de la grasa o manteca, más sabor tendrán tus tortas.

Sustituciones y consejos

• ¿No tenés grasa? Usá manteca o margarina. También podés usar aceite vegetal, aunque la textura cambia un poco.

• ¿Querés un toque dulce? Espolvoreá con azúcar común, azúcar impalpable o mezclá con un poco de canela.

• ¿Buscás una masa más tierna? Podés reemplazar parte del agua por leche, aunque la receta tradicional lleva solo agua.

Pequeñas variaciones pueden hacer una gran diferencia. Animate a ajustar según tus gustos.

La mejor grasa para tus tortas fritas

Este punto merece su propio espacio. La grasa es uno de los ingredientes clave de esta receta, y elegir bien puede marcar la diferencia entre unas tortas fritas buenas y unas realmente inolvidables.

• Grasa vacuna: la opción más tradicional, ideal si querés ese sabor profundo, auténtico y criollo.

• Manteca: aporta suavidad y un sabor más delicado. Perfecta si buscás una versión un poco más neutra.

• Aceite vegetal: si bien funciona, no aporta el mismo sabor que la grasa o la manteca.

Consejo de oro: si freís en grasa (en vez de aceite), vas a lograr un exterior más crujiente y sabroso, muy típico de la receta original.

Utensilios de cocina necesarios

Indispensables

No necesitás grandes cosas para hacer estas tortas fritas. Lo básico incluye:

• Un bol grande para mezclar.

• Una cuchara de madera o espátula.

• Un palo de amasar (o tus manos).

• Una sartén profunda.

• Una espumadera.

Opcionales pero útiles

• Termómetro de cocina: para controlar la temperatura del aceite (ideal entre 170 y 180 °C).

• Cortador de masa: si querés discos perfectos y parejos, aunque con un vaso grande también te las arreglás.

Cómo hacer tortas fritas criollas paso a paso

Vamos al grano. Seguí estos pasos con confianza y en menos de una hora estarás disfrutando una tanda de tortas fritas doradas y humeantes.

Paso 1 – Mezclar los ingredientes secos

En un bol grande, colocá la harina, la sal y el polvo de hornear. Mezclá bien con cuchara o batidor manual para distribuir todo de manera uniforme.

Paso 2 – Incorporar la grasa o manteca

Agregá la cucharada de grasa (o manteca) y usá las manos para integrarla. La idea es formar un «arenado», donde la grasa quede repartida en pequeños grumos.

Paso 3 – Agregar el agua tibia

Sumá el agua tibia de a poco mientras mezclás con una cuchara o tus manos. Cuando ya no puedas mezclar más, empezá a amasar hasta lograr una masa lisa, homogénea y suave.

Paso 4 – Dejar reposar la masa

Cubrí la masa con un paño de cocina limpio y dejala reposar durante 30 minutos. Esto ayuda a relajar el gluten y hace más fácil el estirado.

Paso 5 – Dividir y estirar

Dividí la masa en porciones iguales (entre 10 y 12). Formá bollitos y estiralos con palo de amasar hasta formar discos finos de unos 10 cm de diámetro.

Tip importante: hacé un pequeño corte o agujero en el centro de cada disco. Esto evita que se inflen como globos al freírlas.

Paso 6 – Freír

Calentá abundante aceite o grasa en una sartén profunda. Cuando esté bien caliente, comenzá a freír de a una o dos tortas por vez. Dorá bien de ambos lados.

Consejo útil: el aceite debe burbujear apenas pongas la masa, pero no humear. Si está muy frío, las tortas se llenan de aceite; si está muy caliente, se queman.

Paso 7 – Escurrir y servir

Retirá las tortas fritas con espumadera y dejalas escurrir sobre papel absorbente. Si querés una versión dulce, espolvorealas con azúcar mientras están calientes.

Consejos para el éxito

• No trabajes demasiado la masa: cuanto más suave, mejor textura final.

• El agujero central es clave para que no se inflen de más.

• Si las vas a servir dulces, espolvoreá el azúcar ni bien salgan de la sartén.

• Si ves que se están dorando muy rápido, bajá un poco el fuego. La cocción pareja es fundamental.

Cómo conservar las tortas fritas criollas

Lo sabemos: o se acaban en el momento o sobran. Si tuviste la suerte (o el autocontrol) de guardar algunas tortas fritas criollas para más tarde, hay algunas formas sencillas de mantener su sabor y textura lo mejor posible. No es lo mismo que recién hechas, pero con los cuidados justos siguen siendo una delicia.

A temperatura ambiente

Las tortas fritas se pueden conservar hasta 24 horas a temperatura ambiente. Lo ideal es guardarlas en un recipiente hermético o envueltas en un paño limpio, así se evita que se resequen o queden chiclosas.

Consejo extra: no las apiles cuando todavía están calientes. Dejalas enfriar por completo para que no se humedezcan entre sí.

En la nevera

No es la opción más recomendada, ya que la refrigeración tiende a endurecer las masas fritas. Pero si tenés que guardarlas más tiempo, envolvelas bien en papel de cocina y luego en un recipiente cerrado. Pueden durar hasta 2 días en frío, aunque su textura cambiará.

Para recalentarlas, ponelas unos minutos en horno medio (nunca en microondas) para recuperar algo de crocancia.

Congelar y recalentar

¿Se pueden congelar? Sí, pero con algunos trucos. Lo mejor es congelarlas crudas: estirá los discos, hacé el agujerito central y ponelos sobre papel manteca, separados entre sí. Una vez congelados, podés apilarlos con separadores y guardarlos hasta un mes.

Cuando los vayas a usar, freí directamente desde el congelador (sin descongelar) con el aceite a buena temperatura. ¡Como recién hechos!

Preguntas frecuentes sobre tortas fritas criollas

Sabemos que esta receta despierta muchas dudas, sobre todo si es tu primera vez preparándola. Acá respondemos las más comunes para que nada te detenga.

¿Puedo usar leche en lugar de agua?

Sí, totalmente. La leche aporta más suavidad y un toque extra de sabor. Solo tené en cuenta que la masa puede quedar un poco más tierna, así que manejala con cuidado al estirar.

¿Por qué se les hace un agujero en el centro?

El agujero en el medio no es solo estético: impide que se inflen como una burbuja al freírlas. Así evitás que queden crudas por dentro o con burbujas de aire grandes. Un simple corte o pinchazo también puede funcionar.

¿Se pueden hacer al horno en lugar de fritas?

Se puede intentar, pero ya no serían tortas fritas en el sentido tradicional. Al hornearlas pierden esa textura crujiente característica que solo se logra al freír. Pero si preferís una versión más ligera, podés probar y adaptar los tiempos: 180 °C por 10-15 minutos, pinceladas con un poco de grasa.

¿Por qué se comen en días lluviosos?

Más allá de lo romántico, hay una historia detrás. Dicen que los gauchos las preparaban cuando llovía, usando el agua de lluvia para la masa. También era una forma práctica de cocinar algo rápido en condiciones difíciles, como al aire libre. Hoy en día, se transformó en tradición: lluvia afuera, tortas fritas adentro. Una combinación perfecta.

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Conclusión

Las tortas fritas criollas no son solo una receta: son parte de una tradición, de la infancia de muchos, de tardes compartidas y charlas con mate. Son simples, sí, pero están cargadas de sabor, historia y calidez.

Si nunca las hiciste, este es el momento. Y si ya las conocés, nunca está de más volver a ellas y hacerlas con tus propias manos. Animate a prepararlas, contá cómo te fue y compartilas con los tuyos. Porque hay pocas cosas más lindas que cocinar algo tan nuestro y disfrutarlo en buena compañía.

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