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La tortilla de espinacas y queso es uno de esos platos que conquistan desde el primer bocado. Con su textura suave, el sabor delicado de las espinacas y el toque cremoso del queso, es una receta versátil perfecta para cualquier momento del día. Ya sea para un desayuno nutritivo, una cena ligera o un brunch especial, esta versión de la clásica tortilla española tiene todo para convertirse en tu favorita.

Lo mejor es que no necesitas ser un experto en la cocina para lograrla. Con ingredientes sencillos y algunos consejos prácticos, podrás preparar una tortilla jugosa, sabrosa y lista para compartir con los tuyos.

Por qué te encantará esta receta

Fácil, rápida y deliciosa

Esta tortilla es ideal para esos días en los que quieres algo casero sin pasar horas en la cocina. En menos de 20 minutos tendrás un plato completo lleno de sabor. Además, es perfecta para aprovechar espinacas frescas o incluso congeladas que tengas en casa.

Perfecta para todos

Es una receta pensada para toda la familia. Los niños la adoran por el queso fundido y los adultos por su equilibrio entre ligereza y sabor. También es una opción excelente para quienes siguen una dieta vegetariana o buscan platos ricos en proteínas y vegetales.

Ingredientes para la tortilla de espinacas y queso

Preparar esta tortilla requiere ingredientes básicos, muchos de los cuales seguramente ya tienes en tu despensa.

Ingredientes principales

• 4 huevos: la base de toda buena tortilla. Asegúrate de que estén a temperatura ambiente para un batido más homogéneo.

• 1 taza de espinacas frescas: puedes utilizarlas crudas y saltearlas brevemente o usar espinacas cocidas bien escurridas.

• 1/2 taza de queso rallado: mozzarella para una textura suave, feta para un toque salado, o cheddar para un sabor más intenso.

• 1 diente de ajo picado (opcional): realza el sabor de las espinacas.

• 1/4 de cebolla picada (opcional): añade un toque dulce y aromático.

• 1 cucharada de aceite de oliva o mantequilla: para cocinar la tortilla y darle un acabado dorado irresistible.

• Sal y pimienta al gusto: para equilibrar todos los sabores.

Sustituciones y consejos

• Si no tienes espinacas frescas, las espinacas congeladas funcionan igual de bien. Solo asegúrate de descongelarlas y escurrirlas para evitar exceso de agua en la mezcla.

• ¿Eres intolerante a la lactosa? Utiliza un queso sin lactosa o una alternativa vegetal.

• Para una versión aún más ligera, sustituye la mitad de los huevos por claras de huevo.

• ¿Quieres más textura? Añade unas tiras de pimiento rojo o unos champiñones laminados a la mezcla.

El mejor queso para una tortilla irresistible

La elección del queso puede transformar completamente tu tortilla de espinacas. Si buscas un resultado suave y elástico, la mozzarella es la mejor opción. Para un toque gourmet, el queso feta aporta un contraste salado perfecto. El cheddar ofrece un sabor más potente, ideal si quieres que el queso sea el protagonista.

Si te gusta experimentar, mezcla diferentes quesos para crear una combinación única. Un poco de parmesano rallado puede dar un acabado más aromático y un ligero toque crujiente en la superficie.

Utensilios de cocina necesarios

No necesitas un arsenal de herramientas para preparar esta tortilla, pero algunos utensilios pueden facilitar el proceso y garantizar un resultado perfecto.

Imprescindibles

• Sartén antiadherente: para evitar que la tortilla se pegue y facilitar el volteo.

• Espátula de silicona o madera: para mover la mezcla con delicadeza.

• Bol mediano: ideal para batir los huevos y mezclar los ingredientes.

Opcionales pero recomendables

• Sartén doble para tortillas: facilita el proceso de dar la vuelta sin riesgos.

• Mandolina: útil si decides añadir otras verduras y quieres cortes finos y uniformes.

Cómo hacer Tortilla de Espinacas y Queso paso a paso

Ahora que ya tienes todos los ingredientes y utensilios listos, es momento de entrar en la cocina. No te preocupes si nunca antes has preparado una tortilla, esta guía te acompañará en cada paso para que obtengas un resultado perfecto: jugoso, con el queso derretido y un aroma irresistible.

Paso 1: Preparar las espinacas

Si utilizas espinacas frescas, comienza por lavarlas bien y escurrirlas. Pon una sartén a fuego medio con un poco de aceite de oliva y añade el ajo picado y la cebolla si has decidido incluirlos. Saltea durante unos minutos hasta que la cebolla se vuelva transparente y las espinacas reduzcan su volumen. Esto suele tardar entre dos y tres minutos.

Si usas espinacas ya cocidas o congeladas, asegúrate de escurrirlas muy bien para que no aporten exceso de agua a la mezcla. Un truco útil es presionarlas con papel de cocina o un colador.

Paso 2: Batir los huevos y mezclar los ingredientes

En un bol mediano, bate los huevos con una pizca generosa de sal y un toque de pimienta negra recién molida. No hace falta batir demasiado; busca una mezcla homogénea y ligeramente espumosa para que la tortilla quede más esponjosa.

Añade las espinacas salteadas y el queso rallado. Remueve bien para que el queso se distribuya de manera uniforme en la mezcla. Si quieres un toque extra de sabor, puedes incorporar una pizca de nuez moscada o pimentón dulce en este momento.

Paso 3: Cocinar la tortilla

Calienta una sartén antiadherente a fuego medio con una cucharada de aceite de oliva o una pequeña porción de mantequilla. Cuando el aceite esté caliente pero no humeante, vierte la mezcla de huevos, espinacas y queso en la sartén.

Cocina durante tres o cuatro minutos, moviendo ligeramente la sartén para que los bordes no se peguen y la tortilla se cuaje de forma uniforme. Cuando los bordes comiencen a despegarse y el centro aún esté ligeramente líquido, es momento de darle la vuelta.

Si te da respeto este paso, no te preocupes: puedes colocar un plato grande sobre la sartén, voltear la tortilla con un movimiento firme y después deslizarla de nuevo en la sartén para cocinar el otro lado. Otra opción más sencilla es tapar la sartén y dejar que la tortilla se termine de cocinar sin voltearla.

Cocina durante dos o tres minutos adicionales hasta que esté dorada por ambos lados y el interior se mantenga jugoso.

Consejos para el éxito

• Utiliza una sartén del tamaño adecuado. Una de 20 cm es perfecta para una tortilla de 4 huevos; así obtendrás una buena altura y textura.

• No cocines la tortilla a fuego muy alto. El calor medio permite que se cocine lentamente y evita que se queme por fuera mientras queda cruda en el centro.

• Si prefieres una textura más cremosa, retírala del fuego un poco antes. La tortilla seguirá cocinándose con el calor residual.

Cómo guardar la tortilla de espinacas y queso

A temperatura ambiente

Esta tortilla es perfecta para servir a temperatura ambiente, como tapa o aperitivo. Puede permanecer fuera hasta 2 horas después de cocinarse, ideal para reuniones o picoteos.

En la nevera

Si sobra, guárdala en un recipiente hermético y consúmela en un máximo de 3 días. Puedes comerla fría o calentarla ligeramente en la sartén para recuperar su textura original.

¿Se puede congelar?

Sí, aunque la textura puede variar un poco al descongelar. Para mejores resultados, congela la tortilla en porciones individuales envueltas en film transparente y después en una bolsa hermética. Descongélala en la nevera y recalienta a fuego bajo en la sartén.

Preguntas frecuentes

¿Puedo añadir otras verduras?

Claro, esta tortilla admite muchas variaciones. Prueba con pimientos, champiñones, calabacín o incluso unas hojas de albahaca para un toque diferente.

¿Cómo evito que la tortilla se rompa al darle la vuelta?

Lo más sencillo es utilizar un plato grande o una sartén doble diseñada para tortillas. Otra opción es cocinarla a fuego muy suave y tapada, sin necesidad de voltearla.

¿Es apta para dietas keto o sin gluten?

Sí, la tortilla de espinacas y queso es naturalmente sin gluten y baja en carbohidratos, perfecta para dietas keto. Solo asegúrate de elegir un queso compatible con tus necesidades dietéticas.

¿Puedo prepararla con antelación?

Es una gran idea. Puedes hacerla el día anterior, guardarla en la nevera y servirla fría o a temperatura ambiente. Es ideal para llevar al trabajo o un picnic.

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• Tortillas de harina caseras – Perfectas para acompañar tu tortilla o como base para wraps saludables.

• Pechugas rellenas de espinaca y queso – Una combinación deliciosa y cremosa para una cena ligera.

• Arroz verde con vegetales – Ideal como guarnición nutritiva y colorida.

• Sopa de brócoli y coliflor – Una opción reconfortante y llena de verduras para acompañar tus comidas.

• Pan de maicena con queso en sartén – Pan rápido y fácil que combina a la perfección con la tortilla.

Conclusión

La tortilla de espinacas y queso es una receta sencilla, versátil y llena de sabor. Con unos pocos ingredientes y un poco de práctica, podrás disfrutar de un plato que encantará a toda la familia. Anímate a probarla y no olvides compartir tus resultados.

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